El informe elaborado por la Abogacía del Estado acerca del proceso de venta del complejo deportivo y recreativo La Solana reconoce que el Concello goza de un "derecho preferente" a la hora de adquirir este recinto, que la Autoridad Portuaria sacó al mercado mediante un procedimiento de subasta pública con el fin de costear las obras del puerto exterior. De acuerdo con esa decisión, el Ayuntamiento podría igualar la oferta más elevada que se presente y hacerse con la propiedad del recinto, que ocupa una superficie de casi 25.000 metros cuadrados y está ubicado en un lugar privilegiado del casco urbano.

El Puerto dará a conocer mañana este informe, que fue solicitado por él mismo, a los miembros de su consejo de administración, en cuya reunión del pasado 11 de mayo el Gobierno local presentó una propuesta de adquisición de La Solana por el mismo precio en que fue tasada por el organismo portuario, 1,3 millones de euros.

En aquella sesión, la Autoridad Portuaria advirtió a sus consejeros que la empresa Finisterre, actual gestora de La Solana y del hotel Finisterre, tendría derecho de adjudicación preferente de las dos propiedades, al tiempo que señaló que sería necesario estudiar si es viable desde el punto de vista legal la separación de los dos bienes para ponerlos a la venta.

La resolución emitida por la Abogacía del Estado vendría a dar vía libre a la intención del Concello de hacerse con La Solana, que de todas formas permanecería en manos de la sociedad Finisterre hasta 2027, fecha en la que concluye la concesión que le fue otorgada por la Autoridad Portuaria. El objetivo del Gobierno local con esta iniciativa es incrementar la dotación de equipamientos deportivos en el casco histórico de la ciudad, donde en la actualidad son escasos.

El concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, justificó la decisión de optar a la compra del complejo por 1,3 millones de euros al entender que se trata de una inversión asumible por el Concello, que trata de que el Puerto le adjudique de forma directa La Solana. Pero el derecho preferente no implica necesariamente que la adquisición se lleve a cabo por la cantidad en la que está tasada el recinto, sino que el Ayuntamiento podría igualar la oferta más cuantiosa. Esto implicaría que si alguna empresa plantea una propuesta por encima de los 1,3 millones, los responsables municipales deberían responder con una semejante para adquirir La Solana.

Varela explicó también que la apuesta del Gobierno local por la adquisición perseguía que las instalaciones deportivas no acaben en manos privadas, con lo que salía al paso de las críticas vertidas por el BNG a esta operación, ya que los nacionalistas reclaman que sean cedidas de forma gratuita al Concello. Esta exigencia la comparten la asociación de vecinos de la Ciudad Vieja y la Comisión Aberta en Defensa do Común, entidades que amplían esta propuesta a todos los terrenos propiedad del Estado que fueron expropiados en su día y que ahora se pretende enajenar.

El Puerto acogió inicialmente de manera positiva la iniciativa municipal, aunque también alertó de que debe estudiar si es conveniente la separación de La Solana y el hotel Finisterre, para el que el complejo deportivo actúa como un complemento. La Autoridad Portuaria recibe en la actualidad en torno a 100.000 euros por la concesión de estas propiedades, aunque su gestión es desarrollada por dos entidades diferentes, ya que la cadena Hesperia se encarga del hotel y Metropolitan Spain del recinto deportivo.

La sociedad Finisterre perteneció hasta 2014 del Banco Popular, la Fundación Barrié y el empresario Juan Carlos Rodríguez Cebrián, quienes la vendieron en aquel momento a dos empresarios argentinos, que mantuvieron a los gestores del hotel y La Solana.