En el despacho del presidente del Club Financiero Atlántico, Mariano Gómez-Ulla, no hay ordenador, dice que usa más el teléfono móvil que las pantallas ancladas a la mesa y que tiene una "muy buena secretaria" que le consigue todo lo que necesita "al momento". Lleva un año al frente del Club Financiero Atlántico y asegura que le gustaría que esta institución fuese más "permeable" y estuviese más "imbricada" en la vida de la ciudad.

-¿Qué es el Club Financiero Atlántico y qué hacen en sus dependencias?

-Este club nació en 1989, sus socios son profesionales de la empresa. Es una institución sin ánimo de lucro y es, fundamentalmente, un lugar de encuentro de empresarios. Aquí no negociamos convenios ni se hace nada que tenga que ver con la relación de los trabajadores con el empresario, lo que hacemos es facilitarle a nuestros socios un lugar en el que poder reunirse a hablar de negocios, hacer cursos de formación, consejos de administración, intercambios... Facilitamos todo tipo de acercamientos entre profesionales. Traemos gente para que dé charlas y para enriquecer con su información a los socios. Además, intentamos favorecer el desarrollo del mundo empresarial.

-¿Cómo?

-La gente joven es la que tiene que crecer en el mundo de la empresa, la que trae ideas nuevas, así que intentamos poner en contacto a inversores con emprendedores e, incluso, les intentamos ayudar a buscar financiación para sus proyectos.

-¿En este club puede entrar cualquier empresario independientemente del tamaño que tenga su negocio?

-Cualquier persona que sea empresario o profesional independiente puede ser socio, da igual un médico, un arquitecto o un abogado, pueden entrar la empresa más grande del país y la más pequeña de A Coruña. Nuestro club tiene un problema, durante muchos años no ha salido a la calle y la ciudad no tiene conocimiento de lo que se hace aquí dentro. Estamos intentando mejorar esta situación, por ejemplo, haciendo actos abiertos. Cualquier persona normal y corriente puede acceder, si en algún momento viésemos que alguien tiene un comportamiento irregular no lo aceptaríamos, porque la junta directiva tiene que validar la entrada de los socios.

-¿Qué les ofrecen?

-Privacidad, aquí no se les molesta, ni viene la prensa si no se la invita ni entra un tipo de la calle a darle la lata. Ofrecemos exclusividad en el sentido de que el uso de acción es personal e intransferible, no es como la Hípica, donde puedes dar de alta a toda la familia. Otra cosa es que puedas traer a un invitado, siempre y cuando sea mayor de edad. Los niños aquí no hacen nada porque se viene a trabajar. Ofrecemos también lo que demandan los socios. Tenemos una hostelería y un restaurante propios. Tenemos una zona deportiva, con zona termal y con monitor deportivo y con fisioterapeuta donde los socios pueden cultivar su cuerpo además de su mente. Tenemos servicio de peluquería y, también, de lavado de coches. Todo lo que tiene que ver con las necesidades de nuestros socios.

-¿Cuántos abonados son actualmente?

-Nosotros llevamos un año al cargo del club. Entonces, estaba pasando por momentos difíciles, no económicos, sino de asistencia. Coincidió que la actividad del club no era buena y con la situación económica del país, que no ayudó. Algunos de nuestros socios se dieron de baja porque entraron en concurso de acreedores. Hemos crecido un 30% en un año, estamos en 320 socios. Todos los días hay actividades en el club, tenemos charlas a tres, cenas-coloquio y queremos fomentar el aspecto social y cultural, por ejemplo, con conciertos, desfiles de modelos, presentación de colecciones, mesas redondas, debates sobre cultura... que creemos que está bastante abandonada en la ciudad.

-Apuestan por la cultura pero aquí también se habla de política, porque invitaron, por ejemplo, al alcalde de Vigo, Abel Caballero.

-Sí, pero nosotros no somos políticos, nuestros socios tienen que escuchar hablar de todo. Aquí vino el presidente de la Xunta y vino también el alcalde de A Coruña, que políticamente no tienen nada que ver. Es bueno saber qué opinan los políticos de determinados temas y por dónde van a ir los tiros. Somos 300 y cada uno será de su padre y de su madre. Si nos manifestamos políticamente podemos hacer que se marchen socios.

-¿Qué objetivos se marcan para el Club Financiero a corto plazo?

-Ayudar a los emprendedores, ahora que hay poco apoyo, salvo que avalen sus operaciones. Nosotros pretendemos que los empresarios apuesten por los jóvenes, bien sea con financiación o como socios. Queremos ayudar a crecer a los que ya están y a desarrollarse a los que empiezan. Esto no es un club para empresarios elitistas, aunque aquí haya grandes empresarios. Queremos ser el referente empresarial de la ciudad.

-A lo mejor no es elitista pero la cuota que se fija deja a algunos empresarios fuera, ¿o no?

-No, cualquiera puede pagarla, aunque la cuota es relativa, una cuota de cien euros, ¿es mucho o es poco?

-Depende de la economía de cada uno.

-Claro, para un señor que gane 200 euros es mucho, pero es que si gana 200 euros, en ese momento, no es empresario y no es este su sitio. Primero tendrá que desarrollarse para poder entrar en el club. Tenemos una cuota especial para emprendedores durante un plazo de tiempo, les facilitamos el acceso porque consideramos que les podemos ayudar, pero también les exigimos que, cuando llegue el momento adecuado, se incorporen a la cuota del club.