Los extrabajadores de la fábrica de armas vinculados a UGT en los tiempos de General Dynamics se concentraron ayer frente a la Delegación del Gobierno, en el tercer aniversario del despido definitivo de la plantilla en 2013. Estos miembros de la antigua plantilla han mantenido de forma ininterrumpida las movilizaciones desde entonces.

Aunque actualmente el complejo está siendo gestionado por la empresa concesionaria Hércules de Armamento, desde UGT aseguran que el proyecto es "humo" y advierte que la empresa continúa sin pagar los salarios a los trabajadores. El sindicato había denunciado a esta compañía alegando supuestas irregularidades fiscales, que todavía no se han resuelto.

Estos extrabajadores reclaman al Ministerio de Defensa que anule la concesión y que convoque de nuevo un concurso público para "garantizar el futuro industrial del complejo". Reclaman al Gobierno del Estado "luz y taquígrafos" y recriminan que se haya mantenido "silencio" con respecto a las denuncias que tramitó UGT aún cuando Hércules carece actualmente de permisos para fabricar armas, al no poder pagar el servicio de vigilancia privada en las instalaciones, una de las condiciones que, según el pliego de condiciones del contrato, podría justificar la rescisión del contrato de adjudicación. En los últimos meses, Hércules de Armamento prometió la entrada en su capital de nuevos inversores, de los que aún no se ha tenido noticia.