Un hombre de 39 años fue detenido a primera hora de la mañana de este sábado por la Policía Local tras haber intentado matar con un cuchillo de grandes dimensiones al propietario de un bar de la calle Orillamar al que dio además dos botellazos en la cabeza cuando le sorprendió robando la recaudación. El individuo, que está considerado como uno de los delincuentes más violentos asentados en la ciudad, se encontraba en libertad vigilada a la espera de ser juzgado por hechos semejantes.

El dueño del local había sido obligado a cerrarlo a las 06.00 horas de esa misma mañana por la propia Policía Local por hallarse abierto fuera del horario autorizado y por duplicar el aforo que tiene permitido. Dos horas y media después de haber cerrado, el propietario, de 41 años, se acercó al establecimiento y vio que tenía la puerta forzada y una ventana rota, por lo que entró al interior.

En ese momento un hombre salió de detrás del mostrador y sin mediar palabra le asestó un botellazo en la cabeza. Al intentar protegerse, el agredido recibió un nuevo golpe con la botella, por lo que intentó salir a la calle, aunque vio como el delincuente le seguía con un cuchillo de gran tamaño que le intentó clavar en varias ocasiones. Tras lograr llegar al exterior, el hostelero pidió socorro, mientras el agresor escapó en dirección a la calle de la Torre.

La Policía Local comprobó a su llegada que el agredido sangraba abundantemente por la cabeza, por lo que una ambulancia del 061 le envió al Hospital Modelo. Otra patrulla localizó al sospechoso en el cruce de las calles Sol y Hospital gracias a la descripción facilitada por la víctima y procedió a registrarle. Entre su ropa se encontró un cuchillo de cocina de 19 centímetros de hoja manchado de sangre y un tubo de plomo de medio metro de longitud, por lo que los agentes le detuvieron de inmediato.

Al efectuar un registro más exhaustivo en el cuartel policial, se le encontraron también en los calzoncillos un destornillador y otro cuchillo de 14 centímetros, mientras que entre los bolsillos de su ropa guardaba 776 euros de los que se había apoderado en el bar. El detenido fue puesto a disposición judicial bajo la acusación de los presuntos delitos de robo con violencia y de homicidio en grado de tentativa.