El Gobierno local ha sacado a concurso dos contratos para modernizar no solo la actividad, sino también la imagen de los mercados municipales. El Concello pide propuestas para diseñar un plan cuya ejecución mejore en tres años los resultados de ocho plazas de abastos de la ciudad, As Conchiñas, Elviña, San Agustín, Ramón Cabanillas, Monte Alto, Eusebio da Guarda, Adormideras y Palavea. De esta lista se queda fuera el mercado de Santa Lucía, para el que Xunta y Concello tienen un plan de reconversión del edificio en centro sanitario con espacio comercial para antes de que se acabe el año. A mediados del mes pasado, el alcalde, Xulio Ferreiro, y el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, acordaron reunirse para desbloquear estas obras.

Aboga por modificar la imagen de marca de los mercados municipales, es por ello por lo que busca un diseño que transmita una imagen "de modernidad, de confianza, de cercanía y de calidad". La imagen tendrá que contar también con tres eslóganes en gallego. La marca con la que se identifican las plazas actualmente la presentó en mayo de 2006 la que entonces era concejal de Urbanismo y Servicios Urbanos, Mar Barcón. Entonces, dio a conocer la imagen mcñ y también las nuevas normas de estilo, que exigían que cada uno de los placeros llevase un mandil diferenciado por colores según el producto que tuviesen en sus mostradores, de modo que el pescado estuviese ligado al azul marino, la carne al rojo y el verde a las frutas y verduras. Para el pan, el queso y el pollo se reservaba el amarillo, el marrón para las charcuterías y el gris para otras actividades comerciales. Durante los cuatro años del PP en María Pita, se incluyó el eslogan Calidad Divina, para publicitar los mercados municipales y sus productos.

El precio de licitación de este contrato asciende a 7.260 euros y se tendrán en cuenta a partes iguales tanto la propuesta técnica como la oferta económica.

El contrato de dinamización tiene un precio máximo de 15.000 euros, y los interesados tendrán que presentar propuestas que incluyan un calendario de trabajo, así como dos encuestas, una de oferta, en la que tendrán que participar un mínimo del 70% de los comerciantes de los mercados, y otra de demanda con 500 entrevistas a clientes.