Los socorristas de las playas de Riazor y Orzán tenían planeados ayer dos simulacros de rescate a ambos lados de la coraza del Orzán, a partir de las doce. Sin embargo, las pruebas comenzaron un poco más tarde. No es que no estuviesen preparados para intervenir, sino que las ambulancias y parte del personal de emergencias estaban ocupados atendiendo a una persona que, ajena a la preparación del simulacro, se había lastimado al caer en el paseo marítimo. Al final, tras atender a la víctima, todos los efectivos de emergencias volvieron a sus puestos y pudieron realizar las pruebas sin heridos.