El rompecabezas de la financiación de la nueva estación de autobuses en A Sardiñeira tiene una pieza menos por colocar. El Ministerio de Fomento, como le exigían Ayuntamiento y Xunta, renuncia a cobrar al Concello por los terrenos necesarios para la nueva terminal de autocares y acepta la cesión gratuita. Esta renuncia, acordada ayer en una reunión a tres bandas en Madrid, libra al Ayuntamiento de tener que pagar los cinco millones de euros en que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) tasaba ese suelo, imprescindible para integrar la terminal de buses en la de trenes y configurar juntas una estación intermodal de transporte en A Coruña.

El acuerdo libera al Ayuntamiento de una de las cláusulas que se había impuesto en el convenio firmado por los entonces alcalde, Javier Losada, y ministro de Fomento, José Blanco, en 2009, para desarrollar la intermodal. El Concello se comprometió a financiar la nueva estación de buses, el aparcamiento bajo la misma y la adquisición de los terrenos necesarios para construirla.

El ministro y el alcalde socialistas dejaron fuera del acuerdo a la Xunta, entonces, como ahora, en manos del Partido Popular. Con los populares al frente de los gobiernos del Estado y la ciudad, la Administración autonómica, con competencia en el transporte interurbano, entró en el proyecto en 2014, con una oferta de financiación de diez millones de euros, ocho de ellos procedentes de fondos europeos.

Queda por aclarar el reparto de la financiación de la nueva estación de autobuses entre el Ayuntamiento y la Xunta. A la salida de la reunión de ayer con el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar, tanto el alcalde, Xulio Ferreiro, como la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, evidenciaron con sus declaraciones que el acuerdo entre ambas administraciones, a tres meses de las elecciones autonómicas, se prevé complicado.

No existen diferencias en que debe ser el Ayuntamiento el que asuma los entre 4,5 y 4,8 millones de euros necesarios para dotar a la nueva estación de autobuses de accesos adecuados desde A Sardiñeira, con una rotonda que distribuya el tráfico desde el vial que se construirá para enlazar con la avenida de Arteixo. Pero sí en cómo se financia la estación y el parking.

El alcalde se mostró ayer dispuesto a que el Ayuntamiento alcance una aportación de 5,8 millones de euros, que incluya los "cambios necesarios en el planeamiento". Esos 5,8 millones incluso se podrían aumentar "de modo racional", indicó Ferreiro, pero sin llegar a los 11,8 millones que, dijo, reclama la Xunta al Concello para abonar, además de la construcción de los accesos y el planeamiento, "el pago de parte de la estación de autobuses". "La Xunta no trata a A Coruña del mismo modo que a otros concellos", acusó Xulio Ferreiro.

"Nos sorprende que diga que le estamos pidiendo doce millones de euros. No es así", rebatió la conselleira de Infraestruturas a la salida de la reunión. Ethel Vázquez remarcó que allá donde se construyen intermodales en Galicia, son los ayuntamientos los que financian los accesos. La conselleira invitó al alcalde a que, si está disconforme con el reparto de la financiación, "solicite a la administración correspondiente, que es el Ministerio de Fomento, que financie el resto de actuaciones, como el aparcamiento".

Esta demanda, según indicó, fue formulada por la Xunta a los representantes de Fomento en la reunión de ayer: "Solicitamos al ministerio que aportara más en lo que es su responsabilidad y competencia, como es el aparcamiento subterráneo que va a explotar". La conselleira incidió en que la Xunta "decidió financiar la nueva estación de autobuses pese a que el Concello de A Coruña firmó en 2009 un protocolo con Fomento para pagarla en solitario".