El Gobierno local reduce la reforma de un nuevo tramo de la calle San Andrés a la mejora de la iluminación pública y la canalización de pluviales debido a la falta de definición del modelo de movilidad que se aplicará en esta zona en el futuro. Los trabajos, que se desarrollarán durante dos meses y medio desde su adjudicación entre las calles Pórtico de San Andrés y Santa Catalina, excluyen la intervención sobre el pavimento porque las "incógnitas actuales no permiten diseñar una solución definitiva", según justifica en el pliego de condiciones del proyecto.

En ese mismo documento se señala que la ordenación del tráfico que se establezca en San Andrés deberá ser "coherente" con la implantada en el tramo de la calle ya reformado, así como con las disposiciones del plan urbanístico del casco antiguo. El texto destaca que aún están "en estudio" las soluciones de movilidad que podrían afectar al uso de la calzada en el tramo de la calle que va desde Pórtico de San Andrés a la plaza de Pontevedra, lo que motiva la decisión de realizar ahora las obras de infraestructuras básicas y de mejora de los servicios públicos, a las que se destina un presupuesto de 232.207 euros.

Durante estos trabajos se instalarán luminarias LED para mejorar el alumbrado público en la calle y se colocará una red de aguas pluviales que la separará de la de fecales. Pero, de acuerdo con las indicaciones que se efectúan en el pliego de condiciones, habrá que esperar para saber cómo será la calzada en el tramo de San Andrés que no fue reformado, ya que el Gobierno local analiza si es conveniente que siga el modelo aplicado entre Pórtico de San Andrés y Panaderas, donde se suprimieron las aceras y se dejó el pavimento a un solo nivel, aunque con un adoquinado en la zona reservada a los vehículos para diferenciarla de la de los peatones, a los que se da prioridad en la vía.

El proyecto para remodelar San Andrés se redactó en 2010 con un presupuesto de 2,7 millones de euros y un plazo de ejecución de 15 meses. En principio iba a realizarse en dos fases, la primera de las cuales sería entre Panaderas y Rúa Nueva, mientras que la segunda sería desde ese último punto hasta la plaza de Pontevedra. El Gobierno local de PSOE y BNG llegó a aprobar el proyecto semanas antes de las elecciones municipales de 2011, pero quien finalmente lo puso en marcha fue el PP tras la llegada a la Alcaldía de Carlos Negreira ese mismo año. Los populares decidieron modificar las fases del plan y establecieron que la primera comprendiese el tramo entre Panaderas y Pórtico de San Andrés, al que se añadió además el trazado de la Estrecha de San Andrés.

Esta obra se licitó por 850.000 euros y con un plazo de ejecución de 8 meses, aunque los trabajos comenzaron en febrero de 2012 y no terminaron hasta noviembre. La intervención se completó además con la reforma de la calle Marqués de Pontejos, que extendió el tramo reformado hasta el mercado de San Agustín. El Gobierno local de aquel momento había dividido el proyecto en otras dos fases cuya delimitación no fue aclarada, aunque a la primera de ellas le destinó un presupuesto de 199.400 euros y a la segunda de 400.000. Pero el mandato del PP concluyó sin que se completara la actuación y sin que el PP anunciara ninguna intención de hacerlo en el siguiente durante la campaña electoral de 2015.