La disputa entre el Concello coruñés y la Xunta por la financiación de la estación intermodal ha llevado a la Consellería de Infraestruturas a comparar la postura del Gobierno local con la de las otras ciudades gallegas en las que se realizarán proyectos similares. Pero un análisis del desarrollo de esas iniciativas refleja que, salvo en el caso de Ourense, el aporte de recursos para estas obras es motivo de polémica entre los respectivos gobiernos municipales y la Xunta.

En el caso de Vigo, la intermodal tendrá un coste total de 93 millones de euros, de los que la estación de autobuses supondrá 11,7 millones, que serán aportados por la administración autonómica gracias a los fondos europeos destinados a estos proyectos. Un aspecto destacado es que la financiación estatal vendrá dada por el proyecto comercial que se instalará en el complejo, que proporcionará a Adif los ingresos necesarios para abordar la obra.

Al igual que en A Coruña, Infraestruturas reclama al Concello que se encargue de la construcción de los accesos a la nueva terminal, pero el Gobierno local que preside Abel Caballero se niega con el argumento de que se trata de una actuación cuya competencia es de la Xunta, por lo que es ella la que debe financiar todas las obras necesarias.

Esta situación ha llevado al departamento de Ethel Vázquez a realizar varias advertencias al Concello vigués en torno a la repercusión para el proyecto que puede tener su negativa, que se retrasaría con relación al resto de las intermodales pese a haber sido la primera en ser puesta en marcha por las administraciones implicadas.

En Santiago hubo acuerdo entre las tres partes para llevar a cabo el proyecto, cuyo montante global es de 57 millones de euros, de los que la Xunta aportará 6 millones para la terminal de autobuses. El Concello se verá obligado a expropiar terrenos y a construir accesos, así como a pagar la tercera parte de una pasarela peatonal que unirá los dos lados de la ciudad separados por este complejo. Pese a que la Xunta contrapone la actitud de este Gobierno local por haber aprobado este convenio con la del coruñés, lo cierto es que todos los grupos de la oposición municipal en Santiago critican a Compostela Aberta por haber efectuado lo que consideran como excesivas concesiones a las otras dos administraciones.

En Ourense, la única gran ciudad gallega gobernada por el Partido Popular, su intermodal tendrá un coste superior a los 100 millones de euros y se basará en un diseño reformado del elaborado por el prestigioso arquitecto Norman Foster. Pese al notable recorte aplicado al proyecto, que inicialmente era de 223 millones, su presupuesto será superior al de A Coruña y Vigo, que duplican la población de Ourense y, por si fuera poco, el Gobierno local ha manifestado en varias ocasiones su intención de que la iniciativa no obligue al Concello a efectuar ninguna aportación económica, lo que se contradice con los argumentos de la Consellería de Infraestruturas.