Los arquitectos Ana María Cabo, Rosalidia Álvarez y Ángel Romo, y la estudiante de Arquitectura Cristina Vilares son los cuatro integrantes del equipo ganador en el concurso MiCasita, con el que el Hogar Sor Eusebia pretende dar alojamiento individual a veinte personas sin vivienda. El equipo se presentó "por cómo era el concurso y a lo que lo dedicaban, porque es difícil encontrar una oportunidad de este tipo", según Cabo, que ejerce de portavoz del grupo, quien destaca la importancia del certamen, ya que "concursos de esta tipología no suelen realizarse".

Su proyecto consiste en la creación de bandas desde la calle hasta la zona interior para que la persona que resida ahí pueda elegir si quiere vivir de forma totalmente privada e individual o bien de forma colectiva. Una de las medidas tomadas para darles esta posibilidad fue la creación de dos entradas para cada casita, una totalmente privada y la otra colectiva. En palabras de Ana María Cabo, "es un poco una metáfora de la sociedad en la que vivimos, queremos que esas personas se integren en ella en la medida en la que ellos consideren que se puede hacer". De esta forma, los individuos se integran en la sociedad conforme van avanzando, y son ellos mismos los que tienen el poder de decidir si quieren integrarse más o "quedarse atrás".

El concurso, que estaba destinado a equipos mixtos de arquitectos y estudiantes de arquitectura de la UDC, proponía la búsqueda de soluciones arquitectónicas para aquellos que viven a la intemperie y a su vez se resisten a las normas de convivencia de las entidades que ofrecen alojamiento social. Se trataba de crear un conjunto de viviendas mínimas pensadas para que sus usuarios, en palabras del presidente del Hogar Sor Eusebia, José Vicente Martínez Rico, "puedan dormir caliente, guardar sus pertenencias, asearse y resguardarse de los peligros de la calle".

Espacio independiente

Esta solución les permitirá mantener a la vez su independencia, sin necesidad de someterse a las normas y controles que caracterizan a los centros sociales, que les generan problemas de adaptación. "Estas son personas que llevan sus pertenencias a cuestas. Aquí podrían tener un espacio para ellos, totalmente independiente", indica el director del centro, Diego Utrera.

Los ganadores del certamen recibirán como premio el encargo de redactar en el proyecto básico y de ejecución, que servirá de base para construir el conjunto residencial. La parcela en la que se construirá el complejo, cuya localización se desconoce, mide 1.500 metros cuadrados y va a ser cedida por el Ayuntamiento. Martínez Rico agradeció la colaboración tanto del Gobierno local como de la Xunta.