El concierto de Alejandro Sanz de anoche en el Coliseum suscitó una gran expectación, juntando a algo más de 5.000 seguidores en el recinto multiusos. Muchas de los fans, mujeres en su gran mayoría, empezaron a hacer cola el día anterior para conseguir posiciones privilegiadas para ver al cantante. La mayor parte de estas admiradoras reconocían a las puertas del concierto haber seguido fielmente la trayectoria del madrileño desde sus inicios en el mundo de la música. Muchas de estas forofas ya habían asistido a muchos conciertos del cantante intentando no perderse ninguno por lo que esta ocasión no la iban a desaprovechar.

La función, donde el artista presentó su gira Sirope vivo acompañado con algunas de sus canciones más conocidas, es la única que ofrecerá el cantante en Galicia durante este verano. El concierto arrancó con un coro de niños con los que comenzó a bailar danzas tribales mientras los jóvenes cantaban Hallelujah. Le siguieron algunos de los temas más conocidos del madrileño, como Desde cuando o Quisiera ser.

"La vida es un viaje y me ha traído aquí otra vez. Este es su concierto, disfrútenlo como quieran", exclamó Sanz mientras desde el público no cesaban de corear su nombre con entusiasmo. Uno de los temas más seguidos por los asistentes fue No me compares. Entre los flashes de cámaras y móviles y los ya frecuentes palos de selfie, el cantante también quiso dedicar su canción La música no se toca "a todos los que hicieron que la música sea grande". "Si el jefe -en alusión a Dios- nos quisiese hablar algún día elegiría la música, porque es el idioma universal", afirmó entre los aplausos de los seguidores.

El Coliseum se convirtió en el primer escenario en el que Sanz cantó en directo Deja que te bese, el último hit en el que hace un dúo con Marc Anthony, que aparecía en las pantallas gigantes junto al escenario. También cantó parte de sus temas más clásicos como Amiga mía, Mi soledad y yo y Y si fuera ella, dejando espacio para el lucimiento con solos de los instrumentistas que le acompañaban.

"Queremos ocupar la primera fila para que se fije en nosotras"

Paula, Adriana, Esther y sus amigas esperan en las inmediaciones del Coliseum. / V. Echave

"Llevamos esperando desde las ocho de la mañana para ocupar la primera fila e intentar que se fije en nosotras. Llevamos siguiendo su trayectoria desde el primer álbum y nos sigue gustando su forma de hacer los conciertos y de componer canciones. Nos encantan sus clásicos"

"Ya tomaba el biberón escuchando algunas de sus canciones"

Patricia y Virma asisten junto a varias amigas al concierto. / V. Echave

"Escuchamos a Alejandro desde pequeñas y, en todo momento, nos ha gustado todo lo relacionado con él, sobre todo su actitud sencilla y humilde. Hemos venido desde Ferrol y Órdenes, pagamos los 77 euros de la entrada y estamos haciendo cola desde las dos para acercarnos más a él".

"Lo mejor de sus canciones es la letra y el mensaje que transmite"

Iria, Bea, Catrina y Natalia llevan en la cola desde el mediodía. / Víctor Echave

"Venimos de distintos sitios como Ourense, Finisterre o Asturias con entradas de pista que nos valieron 44 euros. Por lo que hemos visto en muchos de sus conciertos a los que hemos ido, nos parece un tío muy cariñoso y entregado con canciones donde lo mejor es la letra".

"Ojalá pudiésemos conocerlo en persona algún día"

Verónica, María, Cruz, Luz y Ana haciendo cola con sus compañeras de concierto. / V. Echave

"Nos gusta desde que empezó como profesional, especialmente algunas canciones como Lo ves y Corazón partido. A pesar de que somos de distintas zonas como Pontevedra, Asturias, Portonovo o A Coruña, vamos a todos sus conciertos aunque tengamos que desplazarnos grandes distancias".