El túnel de María Pita ha registrado en apenas un mes cuatro percances similares provocados por vehículos de grandes dimensiones atascados tras chocar contra el techo de la infraestructura y no poder avanzar. Cada suceso ocasionó cortes en la circulación -en unos casos de pocos minutos, en otros de varias horas-, desvíos del tráfico y daños en la instalación y movilizó a bomberos, policías y operarios municipales. El último de estos incidentes se produjo ayer, cuando a las 11.30 un camión que accedió al vial por la plaza de As Atochas quedó encajado al tropezar su parte alta con el techo y afectar al cableado eléctrico por superar el gálibo permitido, como en los anteriores casos; el tráfico por el túnel estuvo cortado hasta primera hora de la mañana y los coches procedentes de la avenida do Porto fueron desviados hacia el castillo de San Antón. El túnel se ha reabierto al tráfico esta mañana, a las 08.14 horas, después de que los técnicos reparasaen la red eléctrica dañada y reforzasen la señalización de gálibo.

El camión, de una empresa logística de productos frescos, entró en el vial por As Atochas con dirección salida de la ciudad. A los pocos metros quedó atascado en la misma zona en la que el pasado viernes otro vehículo grande dedicado a mudanzas había derribado una señal de gálibo e impactado contra el techo sin poder continuar, aunque en aquel suceso el tráfico permaneció cortado unos minutos mientras los bomberos trabajaron en la movilización del vehículo desde un carril de acceso al parking subterráneo.

El paso de vehículos estuvo ayer más de medio día cortado en todo el trayecto del túnel de María Pita, pero no se produjeron atascos ni en el vial subterráneo de la Marina ni en otros puntos próximos a la infraestructura, según comprobaron a través de las cámaras los agentes de control de tráfico.

Además de estos dos últimos sucesos en menos de una semana, se produjeron otros dos en el mismo túnel en junio. El primero, el martes 21: un autobús escolar chocó contra el techo y cortó los cables de las instalaciones de servicio, lo que obligó a intervenir a operarios de emergencia que tardaron tres horas en devolver el túnel a la normalidad tras el corte del tráfico en los dos sentidos. El segundo, en la madrugada del día de San Juan: el conductor al volante del camión atascado cuadriplicaba la tasa de alcohol permitida; la circulación permaneció cerrada 13 horas.

En los cuatro casos los vehículos entraron en el túnel de María Pita sin que sus conductores respetasen la señal de gálibo, apuntan desde el Concello, motivo por el que quedaron atascados, ya que la altura máxima de un vehículo que circule por esta infraestructura es de 3,2 metros. La repetición de estos incidentes ha hecho reaccionar al Concello en las últimas semanas con el refuerzo de las señales verticales y horizontales de gálibo dentro y fuera de todo el túnel de la Marina. Ayer se repitieron estos trabajos.