La Xunta aspira a comenzar este mismo año el plan para que todos los autobuses del área metropolitana tengan, progresivamente, paradas en la ciudad. Para ello, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas tendrá que ponerse de acuerdo con el Ayuntamiento, contrario a su plan, y con los concellos de la comarca.

Tanto el Gobierno local como el PSOE y el BNG mostraron su preocupación por el impacto que podría tener la entrada de los autobuses en el tráfico de la ciudad. Además, criticaron que el plan autonómico de transporte metropolitano no contase con la participación del Concello de A Coruña ni de los otros implicados por sus competencias en transporte, ante lo que la Xunta replicó que se trata de un "borrador abierto a revisiones y comentarios" y se ofreció a mantener un "debate constructivo" con los ayuntamientos.

El Ejecutivo gallego pretende que el proyecto se ponga en marcha "a corto plazo" y adaptarlo "a medio plazo" cuando esté construida la estación intermodal. "Se trata de una actuación muy demandada por los vecinos del área metropolitana de A Coruña que debe ponerse en marcha lo antes posible", apunta la Xunta, que proyecta planificar los cambios necesarios mientras se ejecuta la estación intermodal, coincidiendo con la licitación de las nuevas líneas para 2019.

La consellería deberá volver a sacar a licitación los contratos con las empresas de transporte público para acatar la sentencia del Tribunal Supremo que anuló la resolución de la Xunta de 2010 que supuso la renovación automática por diez años de las concesiones del sector para más de un centenar de empresas.

El plan del Ejecutivo gallego para que los autobuses de la comarca tengan paradas en la ciudad incluye tres corredores: uno para los vehículos que entren por A Pasaxe, que tendrán parada en Entrejardines; otro para los que circulan por Alfonso Molina, que se detendrán en la cuesta de A Palloza y en el centro de la ciudad; y el último, para los que acceden por la avenida de Arteixo, que llegarán hasta la plaza de Ourense y los jardines de Méndez Núñez.

El concejal de Mobilidade Sostible, Daniel Díaz Grandío, criticó el proyecto de la Xunta. Así, señaló que tiene "un error grave" por "aducir que todos los autobuses interurbanos van a entrar en la ciudad". El edil es partidario de que solo lleguen "aquellas líneas que tengan sentido". El Gobierno gallego defiende que la medida provocará que circulen menos vehículos privados porque favorecerá el uso del autobús.