La Ciudad Vieja regresa al presente tras seis días de paseo por el Medievo. Cerca de 200 puestos de artesanía o gastronomía, músicos, cetreros o talleres para niños celebraron ayer hasta la medianoche la última jornada de la XXII edición de la Feira das Marabillas. El Ayuntamiento prevé que el desmontaje de los puestos concluya esta mañana y que los vecinos de la Ciudad Vieja puedan volver a aparcar en sus calles a las 15.00 horas.

Las calles de la Ciudad Vieja acogieron desde el miércoles a miles de vecinos y visitantes que se acercaron a disfrutar de los puestos de venta de distintos sectores o a probar al aire libre algunas de las comidas y bebidas de varios puestos. Con cerca de 200 vendedores, la feria fue este año la más concurrida por comerciantes de su historia. El rincón de juegos para niños en María Pita destacó como novedad.