De forma autogestionada, once colectivos de la ciudad fueron dando forma en los últimos meses a la Liga de Entidades Sociales de Fútbol. Relacionados todos ellos con la integración de personas en exclusión, ayer pusieron el broche de oro en la Torre a este campeonato que ya va por su segunda edición y crece a cada paso en participantes.

Jugadores procedentes de entidades como el refugio de Padre Rubinos, Ecos do Sur, Caritas, Aspronaga o Cruz Roja celebraron como colofón del torneo cuatro partidos amistosos y una simbólica entrega de trofeos a los participantes. "Aquí no hay ganadores o perdedores. Lo que importa es unir a gente de colectivos entre los que antes no había tanta relación", señala Iván Casanova, miembro del Comité Anti-Sida de A Coruña (Casco).

La iniciativa surgió el pasado año y, hasta donde él sabe, no tiene precedentes en el resto del Estado español. "A mí no me gusta mucho el fútbol, pero sí que es cierto que es un deporte que une mucho. Mucha gente de las entidades, aunque no juega, sí se interesaba por ir a ver los partidos", señala.

Aunque los que más número de victorias cosecharon a sus espaldas fueron los miembros del Secretariado Gitano, algunos de los cuales compiten en equipos federados, el objetivo de la Liga tiene más que ver con estrechar lazos entre sus participantes que con una competición al uso.

De cara a la próxima edición, tres equipos más ya anunciaron su intención de participar en representación de Aclad, Viraventos y EntreCulturas. "Vamos haciendo las cosas mejor a cada año", apunta Iván Casanova, que aunque destaca el carácter totalmente autogestionado de la competición, pide al Concello u otras instituciones su colaboración para ir asentando este punto de encuentro deportivo.