Una grúa instalada en un camión en la calle Ángel Rebollo se desprendió ayer a las 10.00 horas y su carga -planchas de granito- cayó sobre el techo y el capó de un coche aparcado en la calle Cantábrico, que destrozó considerablemente. El suceso no causó daños personales gracias a la intervención de un obrero que controlaba la grúa, quien, al advertir problemas en un tramo del aparato, alertó al conductor de una furgoneta que subía por la calle Cantábrico. Este se detuvo y observó como de inmediato la grúa se partía y su carga destrozaba un coche. La cornisa de un edificio también sufrió daños por el golpe de la estructura y cascotes cayeron sobre otro vehículo. Las dos calles estuvieron cortadas hasta las 14.40.