Los investigadores Fernando Corrales y Francisco Blanco, director de la a Plataforma de Proteómica del Instituto de Investigación Biomédica (Inbic) de A Coruña, aseguraron ayer que la proteómica permitirá desarrollar terapias más eficaces a medio plazo para ciertas enfermedades, al conseguir su detección temprana con el establecimiento de biomarcadores a través de las proteínas. Este es el objetivo del proyecto Proteoma Humano, en el que trabajan 25 países y en el que España y A Coruña tienen un papel protagonista.

Corrales, director de la Plataforma de Proteómica y Bioinformática del CIMA de la Universidad de Navarra y coordinador general de la Plataforma Nacional de Proteómica precisó en unas jornadas de la UIMP en Santander, que el objetivo de la esta rama de la investigación biomédica, que ha señalado como "probablemente el último reto de la biología moderna", es entender el comportamiento de las proteínas y, con ello, dar explicación algunas enfermedades.

Ha destacado que ya existe la tecnología para detectar esos biomarcadores y que el paso siguiente es generar "nuevos recursos" para atender a los pacientes, con un conocimiento que considera necesario para alcanzar la medicina individualizada. El proyecto Proteoma Humano en España abarca investigaciones que van desde las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, hasta la obesidad o la reumatología, donde Francisco Blanco ha logrado ya algunos éxitos.

El coruñés Francisco Blanco, explicó que el grupo de investigadores que encabeza ha conseguido ya desarrollar un "panel" con entre 3 y 6 proteínas que permiten realizar un diagnóstico precoz de la enfermedad. Además, han desarrollado un grupo de biomarcadores que predicen la respuesta de los pacientes al tratamiento con determinados antiinflamatorios.

El siguiente paso será lograr tratamientos más eficaces para las enfermedades reumatológicos, que padecen actualmente 7 millones de españoles y que representan un gasto del 1,5%, para lo que cree que se tardará entre "5 y 10 años".