El Gobierno local ha iniciado los trámites para modificar el plan parcial del parque ofimático con el objetivo integrar mejor en la trama de la ciudad los núcleos rurales de Eirís de Abaixo y Elviña, afectados por la construcción del mayor polígono de viviendas de la ciudad, el parque ofimático. El cambio también busca "proteger" los elementos de patrimonio etnográfico catalogados en estos barrios y mejorar la urbanización en los bordes de los antiguos núcleos, especialmente el tramo situado junto a la avenida de Alfonso Molina.

Las gestiones para modificar el plan en este punto se iniciaron en octubre de 2015, si bien su aprobación todavía no ha sido remitida a la Xunta para su análisis ni, en consecuencia, ha pasado el filtro del pleno municipal. El plan del Concello también prevé transformar en una pasarela de uso peatonal y de bicicletas el viaducto que el anterior Gobierno preveía construir por encima de la avenida de Lavedra para permitir el paso de coches de un lado al otro del polígono ofimático.

Esta modificación del plan parcial no supone la desafectación de los terrenos de Elviña del polígono del ofimático, una de las promesas electorales de la Marea Atlántica que todavía no ha visto la luz, dicen desde el Gobierno, por la "dificultad" a la hora de realizar esta tramitación. Los vecinos de la zona acusan al Ejecutivo de ofrecer "buenas palabras" pero no haberles dado soluciones en todo este tiempo, tampoco para los problemas con las deudas que afrontan por haber sido convertidos en promotores del parque.

Los pormenores de este cambio en la norma urbanística aparecen recogidos en el pliego de condiciones de los estudios previos que el Concello ha encargado para la integración paisajística y la instalación de vías para peatones y ciclistas en paralelo al principal acceso a la ciudad en el tramo entre Ponte da Pedra y el enlace de la autopista.

Esta iniciativa ha salido a concurso por un importe de 18.000 euros y tiene que finalizarse, como máximo, nueve semanas después de su adjudicación. Las obras que se llevarán a cabo a partir de este estudio tendrán un coste aproximado de 3 millones de euros y serán financiadas, al igual que el resto de las que se realizarán en la avenida, por Audasa, la concesionaria de la AP-9, que a cambio podrá realizar una subida de hasta el 1,5% anual en los peajes por encima de las que aplica actualmente.

El contrato del estudio exige que se propongan las especies de árboles y arbustos más adecuadas para su plantación en los márgenes de la avenida y un diseño de las zonas verdes que se crearán en los espacios libres. También debe presentarse un análisis de las conexiones peatonales y ciclables con relación a Alfonso Molina y los barrios adyacentes, a lo que se unirá un estudio sobre el sistema viario, el transporte público y la accesibilidad. Este análisis incluirá un balance energético y ambiental de los modos de transporte y su efecto sobre las zonas habitadas próximas, así como un estudio sobre las intensidades medias de tráfico en Lavedra, asunto sobre el que Concello y Fomento han discrepado en los últimos meses, y su repercusión ambiental.

La actuación llega tras los acuerdos alcanzados entre el Concello y el Ministerio de Fomento, sellados después de que desde María Pita reclamasen una "humanización" de la avenida y su integración en la ciudad. El Ejecutivo municipal rechazaba la construcción de un carril más en cada sentido entre Ponte da Pedra y Pedralonga y reclamaba una remodelación del principal acceso a la ciudad que lo convirtiera en parte de la trama urbana.

Una vez conseguido el pacto con el ministerio, que sitúa el aumento de carriles entre Ponte da Pedra y la entrada de la autopista, el Concello propone un "tratamiento blando" de los márgenes de la avenida mediante la incorporación de zonas ajardinadas, recorridos peatonales y para bicicletas. También se plantea en este proyecto la comunicación de los bordes de la Alfonso Molina con las zonas urbanas próximas, entre las que se encuentran Eirís de Abaixo y Elviña, así como el parque ofimático.