El aumento del tráfico comercial y de la ocupación de las explanadas de punta Langosteira ha permitido a la Autoridad Portuaria obtener unos beneficios de 243.000 euros en el primer semestre de este año, frente a la previsión de pérdidas por valor de 2,5 millones de euros que figura en el plan de empresa de la institución. En ese mismo documento se calcula que el año se cerrará con un resultado negativo de 5,1 millones, que podría tornarse en positivo si se mantiene la tendencia actual.

El Puerto comenzó a generar pérdidas con su actividad en 2013 a causa de los cuantiosos gastos financieros que le suponen las obras de punta Langosteira, ya que se prevé que este año su deuda por este proyecto alcance los 309 millones de euros. En 2013 el resultado negativo fue de 700.000 euros, que ascendió hasta los 4,2 millones al año siguiente, aunque en 2015, en el que se preveía llegar a pérdidas de 6,7 millones, finalmente fueron de tan solo 1,1 millones.

El resultado de explotación al término de junio era de 2,9 millones de euros, un 40% por encima del que se obtuvo en el mismo periodo del año pasado y la facturación llegó a los 14,02 millones de euros, frente a los 12,80 del primer semestre de 2015.

Las estimaciones de la Autoridad Portuaria eran que los beneficios no volverían a sus cuentas hasta el año 2021, pero la marcha del negocio en la primera mitad de este ejercicio hace concebir esperanzas a los dirigentes del organismo, que habían programado vender en 2018 los muelles de la Batería y Calvo Sotelo, además de La Solana y el hotel Finisterre, para equilibrar las cuentas. Para ellos, además de la contención del gasto, la explicación de este cambio de rumbo se encuentra en el puerto exterior, donde ya se han instalado los principales operadores que hasta entonces manipulaban mercancías en los muelles urbanos y que cuentan ahora con naves en punta Langosteira.

Para dar una idea del impacto de la dársena exterior en la actividad global del puerto, hay que tener en cuenta que su facturación en la primera mitad del año fue de 2,27 millones, lo que supone el 16% del total. En el semestre se movieron 970.000 toneladas de mercancías en Langosteira, cuando en todo el año pasado fueron 952.000, por lo que se estima que esta última cifra se habrá duplicado al terminar este ejercicio.

Por el puerto exterior pasa en la actualidad el 30% de los graneles sólidos que entran o salen de A Coruña, de forma que su muelle es el segundo en actividad entre los de la Autoridad Portuaria tras el Centenario, aunque para ello hay que exceptuar a los pantalanes de la refinería, cuyo tráfico representa la mayor parte del que se genera en la ciudad.

Los ingresos por concesiones en el puerto exterior también crecen en 2016, ya que el año pasado la superficie ocupada era de 112.000 metros cuadrados y en la actualidad llega a 148.000 metros, cuando todavía falta por instalarse en Langosteira el principal operador del puerto coruñés, Repsol Petróleo, que tiene previsto empezar a trabajar en sus muelles en abril de 2018.