"Ofimático es el nombre menos apropiado para la zona, nosotros le llamamos maldito ofimático", comentó ayer Pilar Santiago sobre la propuesta municipal de buscar una nueva denominación al futuro barrio. Esta vecina destacó que Xiao Varela fue la primera persona del Concello que reconoce que este caso "no es un problema urbanístico sino un drama social", ya que se derribaron más de 50 viviendas y sus ocupantes tuvieron que pasar a vivir de alquiler, al tiempo fueron convertidos en promotores inmobiliarios y se les obligó a pagar cuotas de urbanización. "Hay gente que murió porque no fue capaz de superarlo", recordó esta vecina.

Los afectados respaldan que se recupere la toponimia original de la zona, donde existían Eirís de Abaixo, Xuxán, As Cernadas y Galán, aunque advierten que no hay un nombre común para todo ese espacio ahora ocupado por el ofimático, en el que abundaban los topónimos.

Lo que sí rechazan los antiguos vecinos y quienes permanecen en el lugar es una iniciativa como la realizada hace años en A Zapateira, donde el Concello denominó las calles con nombres de ciudades del mundo en lugar de conservar los topónimos originales, que permanecen en la memoria de los residentes en esta parte del municipio.