La Dirección Xeral do Patrimonio Cultural, dependiente de la Xunta, estudia la propuesta de trasladar el mural del pintor Urbano Lugrís que se sitúa en un bajo de la calle Real -en el local que antiguamente ocupaba el café Vecchio- a otro espacio de la ciudad para facilitar el acceso del público y mejorar sus condiciones de conservación. La Xunta no concretó si la propuesta parte de los propietarios del bajo.

Así lo señalaron ayer fuentes del Gobierno gallego a este diario, que aseguran no haber dado todavía autorización al cambio de lugar, a la espera que se resuelvan los trámites administrativos. La Xunta autorizó hace meses a los propietarios de la obra el inicio de los trabajos de restauración, especialmente en ciertas zonas en las que la pintura estaba siendo afectada por la humedad.

Desde el traslado del Vecchio la pintura de Lugrís no es accesible para el público porque nadie ha vuelto a ocupar el bajo, lo que despertó la protesta de colectivos culturales como In Nave Civitas, que reclaman que se permita el libre acceso al público y la catalogación de la obra como Bien de Interés Cultural (BIC), una declaración que tramita la Xunta en la actualidad.