La Junta de Gobierno Local declaró ayer la caducidad de la licencia concedida en 2009 a una empresa constructora para la rehabilitación y ampliación del edificio número 13 de la calle San Andrés, debido a que el proyecto no se ejecutó. La inspección urbanística del Concello comprobó en noviembre de 2015 que las obras no habían comenzado, por lo que, al haber transcurrido tres años -el plazo máximo establecido por la Ley- se considera caducada la licencia de forma automática.

Otro factor decisivo para que el Gobierno local impida la ejecución del proyecto es que las obras aprobadas en 2009 ahora no se ajustan a los preceptos del Plan Especial de Protección y Reforma Interior del casco histórico, aprobado en 2015, por lo que exige a la constructora que presente un nuevo proyecto si desea edificar en el solar.

La parcela número 13 de San Andrés está situada a corta distancia del cruce con Torreiro y se caracteriza por su estrechez y longitud, ya que llega hasta la calle Voluntariado, el pasadizo que comunica Torreiro con la plaza de la Galera. La fachada de la antigua edificación fue desmontada por orden municipal con el fin de conservarla y, tras la concesión de la licencia, se efectuaron trabajos previos al inicio del levantamiento de un nuevo inmueble, aunque estos últimos no llegaron a ponerse en marcha.

Para evitar la caducidad de la licencia, la empresa alegó que no pudo empezar las obras por carecer de un informe favorable sobre la operación de replanteo, según aseguró que figuraba en la licencia, y que, al no ser emitido por los técnicos municipales, se vio imposibilitado para acometer el proyecto. La respuesta del Concello fue que en la licencia solo figura que antes de que pasen 6 meses hay que presentar la documentación para obtener la autorización de inicio de las obras y comenzarlas, lo que hizo la empresa.