El pleno respaldó, con el único apoyo favorable del grupo de Marea Atlántica, la aprobación inicial de la modificación de la ordenanza de aparcamiento y de la ordenanza fiscal que regula las tasas de la ORA con el objeto de que las denuncias cursadas se puedan anular. El resto de partidos se abstuvieron. Los cambios saldrán a exposición pública para la presentación de alegaciones antes de su aprobación definitiva y entrada en vigor.

La oposición fue unánime al criticar al Gobierno que fuese esta la primera ocasión en 14 meses que se lleva al pleno un asunto de movilidad. Ninguna formación dio su respaldo a la propuesta del Gobierno. PSOE y BNG coincidieron en reprochar que no se plantease una reforma "en profundidad" del aparcamiento en superficie y que se mantengan fórmulas como el aparcamiento exprés que había introducido el PP. "Tenemos una zona azul desvirtuada. No tiene sentido que estas áreas de aparcamiento pierdan su sentido mientras las zonas verdes siguen vacías", señaló la socialista Yoya Neira.

La concejal del Partido Popular, Begoña Freire, acusó al Gobierno municipal de traer una propuesta "sin trabajar" y cuestionó que los fondos que se recauden con las anulaciones de las denuncias vayan a parar a las arcas municipales. "No han sabido aprovechar las ventajas del nuevo contrato", indicó Freire.

El edil de Mobilidade Sostible, Daniel Díaz Grandío, defendió que los cambios introducidos sí afectarán a la movilidad en superficie y que se introduce la posibilidad de anulación de las denuncias.

Los infractores que superen el tiempo máximo de estacionamiento permitido tras haber puesto un tique y sean denunciados podrán evitar una multa de 60 euros si antes de una hora abonan el doble de la tarifa máxima, es decir, 2,60 euros. Los que no hayan puesto tique, para evitar la sanción tendrá que haber pasado menos de una hora desde que fueron denunciados y estarán obligados a abonar cinco veces el importe máximo, 6,5 euros.