"La realidad de la bicicleta en la ciudad es algo más que palpable", comenta Daniel Díaz sobre su proyecto para instalar carriles bici en la ciudad. El concejal recuerda que la reclamación de estas infraestructuras por parte de la ciudadanía "se ve reflejada en los presupuestos participativos, en los que la mayor parte de las demandas están relacionados con el mundo de la bicicleta".

Para el responsable de esta política municipal, "el cambio que va a introducir la bicicleta en la movilidad de la ciudad va a ser grande", tanto en el cambio del modo de desplazamiento como en la forma de circular por la ciudad, "ya que un mayor número de bicicletas en las calles implica un calmado del tráfico", a lo que añade que un objetivo del Gobierno local es que la bicicleta "sea un elemento visible en las calles".

El proyecto del Concello no se limita únicamente a la apertura de vías para las bicicletas, ya que también incluye la potenciación del servicio Bicicoruña mediante nuevas estaciones y la ampliación del horario de funcionamiento tanto en verano como en invierno.

Salvador Rueda califica de "fundamentales" los carriles bici, puesto que "no hay ciudad que se precie en este momento que no tenga una red completa para las bicicletas". Pero también alerta de que la cultura del coche "está muy arraigada en Galicia porque el sistema urbano es muy disperso", lo que hace difícil dar cobertura al conjunto de núcleos urbanos. Para este experto en movilidad, "en el momento en que el precio del combustible se ponga por las nubes, veremos quién aguanta este sistema de transporte".

"Me encanta, porque no solo es un elemento que retrae el uso del vehículo privado como elemento básico de transporte, sino porque además se incardina con una necesidad lúdica que va a seguir creciendo muchísimo", explica Juan José Ruiz sobre la creación de espacios reservados a las bicicletas. El consultor pone de relieve que en Estados Unidos y Europa "los jóvenes ya no se compran un coche de forma prioritaria, ya que mientras pueden aguantan con el transporte colectivo y la bicicleta". En su opinión, se trata de un cambio cultural que hace necesario "adecuar las infraestructuras a lo que demanda la ciudadanía".

Para Manuel Sánchez Quindimil, "ahora mismo es un peligro circular en bicicleta por la avenida de A Pasaxe y especialmente por Alfonso Molina", por lo que defiende dar posibilidades de poder en bici por la ciudad. El presidente de Teletaxi piensa que el carril bici ofrecerá además "tranquilidad a los conductores" ante los giros inesperados de las bicicletas, de las que advierte que son percibidas al volante "de un modo totalmente distinto porque con un ángulo muerto no se las ve".

También Manuel Maceiras se pronuncia a favor de los carriles para bicicletas al considerar que favorecerán su uso, aunque su trabajo en el sector de las autoescuelas le lleva a recordar a los conductores que pueden rebasar líneas continuas para adelantar a las bicis. "Si hay un carril bici sería fabuloso porque más gente se decidirá por la bicicleta y eliminará ciclistas de la calzada, ya que deben ir por este carril de forma obligatoria si existe", afirma sobre el proyecto. El portavoz de las autoescuelas de la provincia critica que algunos ciclistas "dejan bastante que desear", pero se muestra convencido de que estas personas tienen el mismo comportamiento al volante.

"Mucha gente se animaría a usar la bici porque se vería arropada", opina Eladio Salgueiro sobre la creación de carriles para bicicletas. "Conozco a mucha gente que no va al trabajo en bici porque tiene miedo o lo hace por las aceras, cuando el lugar de un ciclista es la carretera", explica el presidente del Club Ciclista Mesoiro, quien atribuye muchos accidentes de estos vehículos a la carencia de una vía propia para ellos. "Hay conductores que te respetan y dejan el metro y medio de margen, pero también hay quien te da con el retrovisor", se queja Salgueiro, quien es además partidario de que el casco sea obligatorio para los ciclistas, ya que cuesta abajo las bicis alcanzan la misma velocidad que una moto.