El reloj del Obelisco se ha vuelto a estropear, así que, ayer, fue el turno de pasar revista, de mostrarle al técnico las tripas, las tuercas y manecillas para descubrir qué le pasa a este vecino anciano. Fuentes municipales indican que la avería es diferente a la que el reloj había sufrido tan solo veinte días atrás, y que la reparación se desarrollará durante esta semana para que pueda volver a dar las horas antes de este domingo.

Desde el Gobierno local indican que la maquinaria es muy antigua y que tiene mucho desgaste, por lo que es normal que el reloj que corona el Obelisco sufra algunos achaques derivados de su longevidad. En el mes de julio, el Ayuntamiento encargó al relojero Antonio González que hiciese un chequeo al enfermo, que llevaba quince años sin pasar por consulta. Sus manecillas se pararon y nunca más, hasta que González le obligó a despertar, volvió a moverse.

Desde el Concello indican que la avería que está bajo supervisión desde ayer es diferente a otra que ya había sufrido la maquinaria después de la retirada de los andamios de los que se sirvió González para poder poner a punto a este reloj con cuatro esferas que sirven de base a un pararrayos y a una veleta con una carabela en su extremo.