La estancia de la fotógrafa coruñesa Alicia Martínez en Montevideo sería el germen de su primera exposición individual, Memorias de agua. La muestra, que estará disponible en la Casa Museo María Pita hasta el próximo 18 de septiembre, reúne una colección de 16 instantáneas cuyo denominador común es la emigración gallega vista a través de algunos de sus protagonistas y de objetos que los conectan con su tierra natal.

Martínez llegó en 2014 a la capital uruguaya, en la que desarrolló un curso de fotografía con vistas a realizar una exposición que girase alrededor de la emigración. "Allí entré en contacto con varios emigrantes gallegos que habían llegado a Uruguay hacía cincuenta años, más o menos", explica.

De esa primera conexión con la diáspora gallega, surgió un proceso de documentación que condujo a la autora a establecer un vínculo en mayor profundidad con las personas que protagonizarían sus Memorias de agua. "Empecé a conocerlos, a sacarles fotos, y a investigar sobre su vínculo con Galicia", afirma. Para investigar este último lazo, la fotógrafa "les pidió que mostraran objetos que les identificasen con su tierra".

Entre mayo y agosto de 2015 comenzó a cobrar forma una muestra que se divide en tres partes atendiendo a la naturaleza de las historias que recoge cada una de las imágenes. "Los pilares que componen la exposición son las fotografías de bar, las de los propios emigrantes y las de su objetos", apunta Alicia Martínez.

La voluntad de la fotógrafa de conceder una voz propia a las pertenencias de los emigrantes gallegos no es casual. Elementos como panderetas o cuncas se convierten en vestigios de una unión emocional que traspasa fronteras. "Notaba que había muchas cosas que nos relacionaban, pero había una que nos separaba, y era su viaje. Traté de usar los elementos que ellos habían llevado consigo en esos viajes y descubrí todo tipo de materiales, incluso me encontré con un emigrante que se había llevado tierra de Galicia para plantarla en Uruguay", recuerda la autora de Memorias de agua.

De su año en Montevideo, la fotógrafa destaca el impacto que supuso para ella la capacidad de conservación que los emigrantes pueden llegar a tener de unos recuerdos de los que les separan un océano y cinco décadas. "Me impresionó ver cómo ellos siguen teniendo un vínculo muy afianzado, ver cómo su mundo sigue girando alrededor de los mismos símbolos y recuerdos que cuando se fueron de Galicia", explica Alicia Martínez.

Hasta el momento, la autora ha compaginado sus estudios en Arquitectura, que finalizará en los próximos meses, con su formación y trabajos en el ámbito de la fotografía. La muestra Memorias de agua es el primer trabajo de Alicia Martínez como fotógrafa profesional a nivel individual después de haber participado en varios trabajos de carácter colectivo.

Alicia Martínez no es la primera fotógrafa gallega de su generación que realiza un trabajo sobre la emigración de Galicia a Latinoamérica. La autora expresa su interés por obras realizadas por profesionales de la imagen como Antía Moure o Iván Nespereira, quien presentó una colección sobre la emigración de gallegos a Perú.

Las referencias de Martínez para Memorias de agua partieron de diferentes fuentes "visuales y del fotorreportaje". Entre sus referentes fotográficos se encuentran nombres gallegos como el de Vari Caramés, e internacionales como los de Diane Arbus o Duane Michals.

Los asistentes a la exhibición Memorias de agua, podrán adquirir un libro en el que se recopilan todas las instantáneas de la misma. Martínez planea reeditar esta obra en cuanto finalice la carrera de Arquitectura. Por el momento, la fotógrafa coruñesa seguirá moviendo la exposición antes de embarcarse en cualquier otro proyecto fotográfico.