Después de las dos medidas del Ayuntamiento con el objetivo de revitalizar los mercados de abastos de la ciudad, una mayoría de los comerciantes mantiene la esperanza de que estas iniciativas resulten efectivas y atraigan a más clientes. Las medidas promovidas por el Concello se basan en la introducción de un bono de aparcamiento gratuito para los clientes que compren en los mercados, introducido en el presupuesto municipal tras una enmienda del PSOE, y en ofertar puestos desocupados a través de un concurso en el que 64 aspirantes -particulares y empresas- buscan adquirir alguno de los 49 puestos ofertados. El mercado de la Plaza de Lugo es el más solicitado al recibir medio centenar de estas propuestas para únicamente 16 vacantes mientras que el resto de los mercados, a excepción del de Elviña, la cifra de aspirantes es inferior a la de puestos ofertados.

Para la presidenta de la Asociación de Vendedores de la Plaza de Lugo, Chelo Hermida, ambas medidas pueden reactivar el movimiento del mercado. La vendedora considera que "cuantos más puestos haya, más gente acudiría a comprar", por lo que estaría bien crear "puestos novedosos con cosas diferentes", que ayudaría a acabar con zonas dominadas por puestos vacíos donde "se nota que pasa menos gente". Además, considera que los bonos para el parking también son una "buena idea que atraería a más gente" al ser algo "muy demandado por los clientes", tras lo que asegura que, aunque ya llevan un tiempo en negociaciones con el aparcamiento subterráneo, no logran alcanzar un acuerdo, pero tiene esperanza de que "la intervención municipal ayude". Hermida afirma que una medida que "debería ser urgente" es la reparación del montacargas del mercado, que lleva estropeado desde enero.

Los comerciantes del mercado de Monte Alto, que cuenta con un aparcamiento que ya da servicio a los clientes, consideran que la iniciativa municipal es buena pero echan en falta otras que ya habían solicitado. La vendedora de este mercado Cruz Fernández asegura que esto podría ayudar ya que "los mercados deben estar abiertos a cualquier negocio, aunque no sea de alimentación", pero considera que se puedo haber hecho más ya que los dos puestos más solicitados no fueron sacados a concurso y aún no se han instalado las consignas refrigeradoras que "llevan mucho tiempo pidiendo" y que permitirían a la gente hacer pedidos por la mañana y que los recogiesen más adelante en buenas condiciones.

Uno de los mercados que más se podrían beneficiar de estas iniciativas es el de San Agustín, al contar con veinte puestos vacíos y al no disponer de ningún acuerdo de aparcamiento previo a los bonos. La presidenta de las comerciantes de esta plaza, Ángela Barrán, cree que estas medidas pueden atraer mucha más clientela y garantizar una mayor concurrencia de gente, pero también considera que la gestión del Ayuntamiento podía haber sido mejor. Barrán considera que "la introducción de nuevos productos que rompan con lo habitual, podría permitir la revitalización de la plaza". La vendedora no está de acuerdo con "el tipo de concurso que han hecho al separar los puestos para interesados de libre concurrencia de los reservados para inserción laboral" y asegura que la propuesta hecha por su mercado sería exitosa. Esta consistiría en que cada persona podría presentar "un proyecto para el puesto que desease, tras lo que se comprobaría su viabilidad", a la hora de elegir. Después de esto "podrían fijarse unas preferencias según las condiciones personales de cada individuo a través de un porcentaje marcado por el Ayuntamiento que se dedicase a la inserción laboral", asegura Barrán.

El presidente de los comerciantes del mercado de Elviña, Leonardo Tomé, opina que estas medidas no van a afectar mucho a la actividad comercial de su zona y "no atraerían a mucha gente" ya que "apenas hay hueco para gente nueva en nuestro mercado". Tomé asegura que a Elviña le beneficiaría más mejorar la infraestructura, reparar algunas de las máquinas y adquirir una máquina de hielo para el sector del pescado.