Los límites al gasto impuestos por el Gobierno central han obligado al Ministerio de Defensa a renunciar y posponer las obras de reforma previstas en el edificio de la farmacia militar, entre las calles General Alesón y Campo de la Estrada, y el pabellón de cargo contiguos al cuartel de Atocha. Es una obra de envergadura y cuenta con un presupuesto de licitación de 371.822 euros.

El Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa (Invied), entidad inmobiliaria dependiente del ministerio, anuncia que ha tenido que desistir del concurso público abierto para adjudicar los trabajos. Explica que, para "hacer efectivos los compromisos adquiridos con la Comisión Europea para asegurar el cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria", el Gobierno central anunció el 16 de julio que adelantaba el plazo límite de sus departamentos para cerrar las operaciones de gasto de 2016 al 29 de julio (cuatro meses antes de lo habitual).

Los sobres con las ofertas se abrieron el día 20, aún en tiempo, pero los responsables del contrato se encontraron con que existían ofertas "con valores anormales o desproporcionados". Esto requería un informe especial que acabó por desbaratar las previsiones.

Es por eso que el Invied ha tenido finalmente que desistir del proceso. El órgano contratante explica que esta renuncia no impide que vuelvan a instruir un nuevo expediente para poder abordar los trabajos. Eso sí, tendría que realizarse con cargo a presupuestos venideros, el de 2017 o posteriores.

El proyecto consistía, por un lado, en la reparación de las fachadas y cubiertas del edificio de la farmacia y la óptica militar, construido en el año 1968, y por otro, en la rehabilitación del pabellón residencial contiguo al cuartel de Atocha.