Si se ha de fijar un precio a una de las soluciones propuestas para mejorar la movilidad metropolitana en A Coruña, es de 18.000 euros, cifra que representa la parte alícuota del precio que puso la Xunta al estudio del Plan de Accesibilidad para tres ciudades y a desarrollar en cinco meses.

Once años son los que ha tardado el Gobierno autonómico en afrontar una de las muchas e históricas peticiones de los operadores de transporte metropolitano, que tienen sus concesiones caducadas y con una inversión en modernización realizada o comprometida, gracias al enésimo patinazo jurídico de la Xunta. Operadores que se comprometieron y cumplen con las exigencias del Plan de Transporte Metropolitano y que ven cómo el número de viajeros en el mejor de los casos se estanca.

Es que, desengañémonos, aún resulta más cómodo, fácil y barato desplazarse hasta la ciudad en coche particular que en transporte colectivo. Y revertir paulatinamente y de forma coordinada esta situación es una tarea que deben afrontar conjuntamente Xunta, ayuntamientos del área metropolitana y el Ayuntamiento de A Coruña como principal afectado/beneficiado, pero esto en Galicia es ciencia ficción de la buena.

Parece ser que la solución pasa por la aplicación de un Plan de Accesibilidad cuya lectura en profundidad trae a la mente una frase tal como "Marea: ¿no queríais penetración? ¡Pues toma penetración!". Es tal el dislate de la propuesta que solo es comparable al Plan de Aparcamientos Disuasorios, también de la Xunta, que coloca la mayor parte de ellos dentro de la ciudad, y de pago. O quizás como no haber considerado la opción de San Diego para la estación intermodal, supeditando las infraestructuras estratégicas de la ciudad al AVE.

El empeño por poner en marcha en etapa electoral un plan que se respalda en una ley autonómica que posiblemente pise competencias municipales y por la vía de urgencia, tras once años de insondable pereza, con una más que controvertida solución a la necesaria mejora de penetración de los transportes metropolitanos, huele, y huele a la frase imaginada.

Los errores, y sobre todo las ausencias en el informe técnico -del análisis de la demanda, de la estación intermodal, de las fichas técnicas del conteo, de la encuesta y de las simulaciones (que no se han mostrado)- solo se ven superados por el nivel de improvisación de la Dirección Xeral de Mobilidade. En la presentación del plan reconoció la Directora que no tenía los datos de la reorganización de la oferta -o ponen más autobuses los operadores metropolitanos o reducen la oferta, ya que los recorridos, pero sobre todo los tiempos, van a ser mayores- y que estaba a la espera de que los operadores le hiciesen propuestas, para rematar con algo realmente pintoresco, y cito palabras textuales de la directora respondiendo a la pregunta de qué pasaría cuando se pusiese en funcionamiento la estación intermodal: "Pues si hay que volver a cambiar las líneas, pues se cambian".

18.000 euros y unos cuantos votos es lo que vale la movilidad de A Coruña para algunos.