Los colegios se preparan para la vuelta de los alumnos. Primero llegarán los profesores y, en algunos casos, se encontrarán con que las obras que esperaban que estuviesen finalizadas cuando regresasen a las aulas todavía no están acabadas. En esta empresa de poner a punto los colegios están tanto la Xunta como el Concello.

Desde el Ejecutivo autonómico apuntan que el 90% de las obras proyectadas están ya acabadas o en su tramo final, aunque hay otras, ese 10% restante que, por requerir una inversión mayor, todavía no se han ejecutado. Es el caso, por ejemplo, de los trabajos de rehabilitación integral del Ramón de la Sagra, que está a punto de adjudicarse y que cuenta con un presupuesto de más de medio millón de euros.

A pesar de que tanto Xunta como Concello estén inmersos en este proceso de renovación de los centros escolares, sus competencias no son las mismas, ya que las arcas municipales solo tienen potestad para hacerse cargo de las labores de mantenimiento, mientras que los trabajos de gran envergadura son responsabilidad de la Xunta. A pesar de esa limitación, el Gobierno local ha decidido acometer obras mayores, como la reparación de la cubierta de la zona de aulas de Infantil del colegio María Barbeito.

El Concello apunta a que, durante el verano ha realizado una veintena de actuaciones en los centros públicos y cuenta con acabar otras nueve antes de que los niños empiecen a llenar las aulas con sus libros recién forrados y sus lápices de colores. Hay otras obras que no dependen exclusivamente de la voluntad del Concello de ejecutarlas, sino que están pendientes de que la Xunta emita un permiso que les abra el camino para iniciar los trabajos. En ese caso están, por ejemplo, el cambio de cubierta del edificio de Primaria del centro María Barbeito o el cambio de la cubierta en el Emilia Pardo Bazán. La ejecución de ambos proyectos depende de que la Xunta autorice los planes de retirada del amianto de la zona afectada. La ejecución de un patio cubierto en el colegio San Francisco Javier.

En la lista de obras que tanto el Concello como la Xunta se pusieron de deberes para verano hay actuaciones de todo tipo, desde obras que apenas alcanzan los 1.000 euros, como la reparación de la filtración de agua en un muro del sótano del centro de Elviña, como una partida de más de medio millón.

En una situación peculiar está la mayor partida de toda esta lista de tareas de la Xunta, que es la de 626.946 euros, destinada al inicio de la construcción del colegio de Novo Mesoiro. Forma parte de un proyecto plurianual, con un presupuesto máximo de 3,5 millones de euros. La licitación de la redacción del proyecto está prevista para antes de finales de año.

En esta lista de obras en centros escolares hay colegios, pero también institutos y otro tipo de centros educativos, como la escuela de idiomas o los conservatorios, tanto el profesional, que se enfrenta a la reposición de pavimentos por un precio de 60.000 euros o el superior, que se someterá a la mejora de la acústica del salón de actos así como a la reposición de unos vidrios.

El centro María Mariño se somete a dos obras diferentes, por un lado, la de la reparación de su instalación eléctrica, con un coste de 100.000 euros y otra a la red de distribución de radiadores, con un presupuesto en 2016 de 50.000 euros.

En el José Cornide, de la lista de la Xunta, se recoge la reforma de la vivienda del conserje para habilitarla como comedor. En este centro hay también un traslado de prefabricados y, entre las dos labores suman un presupuesto total de 72.000 euros.