La perrera municipal contará con un quirófano para dar una mejor atención sanitaria a los animales que necesiten hacer uso de este servicio y para poder llevar a cabo planes de esterilización con el fin de garantizar un mayor control de la natalidad. Con este objetivo en mente, a lo largo del año pasado se realizaron varias obras para dotar a las instalaciones de un espacio que se pudiese dedicar a este fin y, en los próximos meses tras la aprobación del presupuesto, se adquirirá el material quirúrgico necesario para poner en marcha el quirófano lo antes posible, según el Concello. Esta iniciativa permitirá ofrecer más posibilidades para recuperarse a los animales recogidos de las calles coruñesas en condiciones precarias.

En lo que va de año, la perrera recogió un total de 267 canes de las calles coruñesas, de los cuales 46 fueron entregados directamente por los propietarios por diversos motivos. En este tiempo 106 de los perros que pasaron por las instalaciones encontraron un nuevo hogar al conseguir ser adoptados y 90 fueron devueltos a sus propietarios después de que estos los reclamasen.

La empresa encargada de desarrollar este servicio es Servigal, que cumple con las funciones de lacería para sacar de las calles a los animales abandonados o que puedan resultar peligrosos, gestiona la perrera municipal, situada en el parque de Bens, debe atender las necesidades y cuidando a los animales que residen en ella garantizándoles un servicio veterinario siempre que lo necesiten y preparándolos para que puedan ser adoptados. La empresa también busca posibles nuevos dueños a estos animales a través de anuncios en redes sociales para darlos a conocer y conseguir que la gente se anime a hacerles un hueco en su hogar.

La estancia de los animales que se encuentran bajo su cuidado es indefinida para ofrecerles unas mayores posibilidades de ser adoptados y permitir que en la perrera haya el mayor número posible de perros para adoptar. Según el Concello, únicamente se sacrifican los animales por circunstancias excepcionales en función de consideraciones de enfermedad, vejez y poca adaptabilidad a la vida cívica como casos de perros que resulten agresivos.

Actualmente, la perrera de Bens mantiene a 31 animales bajo su cuidado disponibles para ser adoptados y tienen sus puertas abiertas para los interesados en acoger a alguno de ellos.