La Memoria de Gestión también pone encima de la mesa la realidad del cementerio de San Amaro, los técnicos indican que es necesario "mantener el esfuerzo inversor" en las instalaciones, ya que tiene carencias. Solicitan también una revisión de la situación del personal que trabaja en el campo santo. Y es que, según recoge este informe del ejercicio 2015, algunos de los trabajadores sufren enfermedades o se encuentran cercanos a la edad de jubilación, por lo que consideran necesario diseñar "una planificación a medio plazo de su plantilla" para contar en el futuro con los medios necesarios que requiere el servicio que facilitan. Durante el año 2015, el Gobierno local se hizo cargo de treinta entierros de beneficencia, es decir, de dar sepultura a personas sin recursos. En este ejercicio diminuyeron las cremaciones, de las 424 de 2014, se pasó a las 295 de 2015.