La relación entre el Gobierno local y gallego dista mucho de ser fluida un año y tres meses después del cambio en María Pita y a un mes de las elecciones autonómicas. Los enfrentamientos por proyectos que necesitan coordinación repiten un patrón de cruces de acusaciones: la Xunta del PP acusa al Concello de torpedear sin proponer y los responsables municipales censuran que se presenten planes de manera unilateral ignorando su opinión.

►Mercado de Santa Lucía. Xunta y Concello compartirán espacio. En 2014, el exalcalde Carlos Negreira y la exconselleira Rocío Mosquera firmaron un protocolo para "estudiar la viabilidad del proyecto" que no pasó de ahí. El Gobierno gallego se comprometió a instalar un centro de salud y el Ayuntamiento reformaría el inmueble para los puestos que quedan del mercado y espacios vecinales o sociales. Tienen aún que determinar diseño definitivo y parece que no hay acuerdo ni con el punto de partida. Sanidade pide un espacio lo más horizontal posible con pocas plantas y el Concello ofrece varias alturas con menos metros cuadrados por cada piso, agrupados en un lado de las instalaciones. La Xunta afirma que no tiene que hacer obras hasta final de 2017, una vez rematadas municipales y cedido su espacio.

►El autobús metropolitano hacia el centro. La mayoría de frentes tienen como protagonistas al Concello y el área autonómica de Infraestruturas, dirigida por Ethel Vázquez. El más enconado de este verano, la entrada del bus metropolitano a la ciudad. Lo presentó la conselleira en junio junto al delegado de la Xunta, Diego Calvo, en una rueda de prensa en la que declararon que la puesta en marcha sería inmediata. El anuncio pilló por sorpresa a los alcaldes de la comarca. El Concello coruñés, sin oponerse en un primer momento, no entendió la implantación unilateral cuando afecta a su tráfico interior y a sus propios planes para el transporte público. A la hora de analizar el proyecto y presentar alegaciones, halló más puntos negativos al plan, como que se hubiesen hecho las simulaciones de tráfico sin contar con los cambios en zonas como la plaza de Ourense después de la apertura de la Marina. También por imponer obras públicas sin consultar y sin definir quién las va a pagar y no incluir la previsión de la futura intermodal de San Cristóbal. Compañía de Tranvías, taxis y consumidores también se oponen. No hubo discusión por parte del resto de la comarca, salvo para recordar que el plan no debe iniciarse sin el plácet coruñés. La Xunta acusó a A Coruña de bloquear, de presentar su recurso un día tarde y la conselleira insinuó que el Gobierno local se está plegando a los intereses privados de Tranvías.

►La Intermodal. Requiere un acuerdo a tres bandas. La Xunta tiene que trasladar la estación de buses a San Cristóbal. El Concello ha de realizar cambios en el ordenamiento, urbanizar el entorno y construir los accesos. La duda está sobre el parking. En teoría, el protocolo se lo asigna al Concello pero este entiende que su carga económica ya es suficiente y que el protocolo de 2009 que inició el proyecto se sustenta en una operación inmobiliaria en la terminal de buses, con cambios de edificabilidad, donde quieren una zona verde (Negreira también lo había prometido). Dependen también de un acuerdo con Adif. Una de las soluciones analizada desde María Pita es que el ente de Fomento asumiese construcción y gestión del aparcamiento. La Xunta, considerando que su cometido es claro e inamovible, dice esperar a que el Concello comunique esa solución y reclaman que vaya tramitando los cambios urbanísticos precisos.

►La pasarela de Marineda. Tampoco hay acuerdo entre Xunta y Concello. Desde la consellería se manifestaron sorprendidos después de que el Concello les reprochase falta de diálogo y anuncios "partidistas" sin contar con ellos. Quieren que la pasarela de Marineda sea cubierta y tenga una conexión con el Camino del Martinete. El Gobierno gallego asegura que los técnicos de ambas administraciones han trabajado con normalidad y niegan que el Concello haya planteado nunca que la estructura tuviese techo. Afirman que están dispuestos a buscar una solución para la doble salida del puente peatonal y que el proyecto está abierto.

►Nostián. El Concello tiene las alarmas encendidas por un acuerdo entre Ecoembes y la Xunta que rebajaría el canon que paga la primera al Ayuntamiento, la planta y el Consorcio por la recuperación de envases. Justo en un momento en el que las instalaciones están aumentando los ratios de recuperación (por encima de Sogama). Ecoembes prevé dejar de abonar una serie de plásticos ligeros. La Xunta replica que le dará 600.000 euros en inversión para aumentar el rendimiento y compensará la diferencia. María Pita advierte que se perderán más de 1,2 millones anuales.