Un hombre fue condenado por sustraer un ciclomotor y destrozar cinco vehículos que estaban estacionados en el garaje de un edificio de Os Rosales para robar los objetos que había en su interior. El procesado, que tiene antecedentes penales por hechos similares, aceptó ser sentenciado a nueve meses de cárcel y evitó ingresar en prisión, ya que el magistrado del Juzgado de lo Penal número 1 de A Coruña aceptó la suspensión de la pena durante tres años. El imputado solo cumplirá la condena de cárcel si durante ese plazo vuelve a delinquir. Además, deberá abonar una indemnización de más de 1.000 euros a las aseguradoras que reclamaron.

El juez tuvo en cuenta a la hora de dictar la pena la atenuante de drogadicción, pues consideró acreditado que el sospechoso cometió los hechos como consecuencia de su dependencia a sustancias estupefacientes. En la actualidad, está sometido a tratamientos de desintoxicación. Además, el titular de Penal 1 apreció la atenuante de dilaciones indebidas, ya que los destrozos en los turismos los ocasionó en 2009 y el procedimiento judicial se retrasó por causas ajenas al detenido.

El procesado reconoció que durante la madrugada del 18 de mayo de 2009 rompió el cristal de seguridad de la puerta de acceso al garaje comunitario, situado en la calle Manuel Azaña. Los desperfectos que causó fueron tasados en 280 euros. Una vez en el interior del recinto, forzó cinco automóviles y sustrajo diversos efectos de su interior, entre ellos dos radio, unos pendientes, unos guantes y unos zapatos. Además, se apoderó de un ciclomotor que estaba estacionado y cuyo valor ascendía a 600 euros.

La Policía Nacional identificó al sospechoso, que fue arrestado cinco días más tarde en Labañou. En su poder localizaron algunos de los efectos que había sustraído en el garaje del inmueble situado en Os Rosales.

Retrovisores

El pasado mes de julio dos jóvenes fueron condenados por golpear y arrancar los retrovisores y las antenas de todos los coches que encontraron a su paso cuando caminaban, durante la madrugada del 6 de febrero de 2011, por el barrio de Os Mallos. El magistrado del Juzgado de lo Penal número 3 de A Coruña le impuso a cada uno de ellos el pago de una multa de 2.400 euros por cometer un delito continuado de daños. Además, ambos deberán indemnizar a los propietarios de los vehículos que reclamaron el importe de los desperfectos con 2.300 euros. El juez tuvo en cuenta a la hora de dictar la sentencia la atenuante de dilaciones indebidas, ya que los hechos sucedieron en 2011, cuando los imputados tenían 19 años, y el proceso se retrasó por causas ajenas a ellos.