El Gobierno de Marea y el grupo municipal socialista manifestaron ayer y el lunes su voluntad de caminar juntos para aprobar importantes asuntos para la ciudad en el nuevo curso político, pero que vayan a cumplir las exigencias que se plantearon para tal fin es una incógnita. La lectura que ofrece la reunión del lunes entre el alcalde y el portavoz del PSOE, su socio preferente con el que pactar los asuntos de gobierno más relevantes, y la interpretación que ambos hicieron ayer de esas exigencias mutuas presenta un catálogo de expresiones e intenciones que invitan al optimismo, pero esconde de momento cualquier declaración firme por parte de unos y de otros de querer cumplir esos requisitos.

A "un nuevo tiempo" en el que es posible la "colaboración leal para llegar a acuerdos" con los socialistas aludió ayer el alcalde. Xulio Ferreiro admite sentirse "optimista" y "esperanzado" porque entiende que las posturas y estrategias afines de los grupos de Marea y el PSOE son positivas para ambas formaciones y sobre todo para la ciudad. Con esta actitud, el Gobierno municipal confía en tener de su lado a los socialistas para recibir en septiembre sus aportaciones al presupuesto de 2017 tras presentarles el lunes sus proyectos de interés, negociarlas en octubre y aprobarlas inicialmente en noviembre.

Pero el Ejecutivo local transmite al grupo socialista dos límites. Con palabras diplomáticas -las que recogen dos notas de prensa- le vino a pedir que respete que quien gobierna es solamente Marea y no el PSOE, y que se olvide de pactar con el PP si quiere llegar a acuerdos con el Gobierno de Marea. El portavoz socialista, José Manuel Dapena, recordó ayer a Ferreiro que gobierna sin mayoría y que las resoluciones que se tomen deben ser "fruto del acuerdo entre las fuerzas progresistas y no decisiones unilaterales de una minoría".

En cuanto a los pactos con los populares, Dapena rechazó alianzas con el PP, replicó al alcalde que "no puede recortar sus posibilidades de actuación del PSOE" y le recordó que su grupo respaldó al de Marea a la hora de sacar adelante cambios en el crédito, ordenanzas fiscales y el presupuesto, aunque ambas fuerzas se apoyaron mutuamente sus enmiendas en una votación de las cuentas el pasado abril.

En sintonía con el Gobierno local, el portavoz socialista mostró su disposición "al diálogo y al ánimo negociador para llegar a acuerdos de progreso que beneficien a la ciudad", pero desconfió de las "buenas palabras" expresadas por el regidor y reclamó "hechos". Dapena, que aludió a un PSOE "no subordinado, sino con entidad y criterio propio", recordó que entre las exigencias que plantea a Marea está el cumplimiento de las mociones aprobadas en pleno y de los acuerdos ya suscritos con el grupo socialista respecto a partidas introducidas en enmiendas al presupuesto, ordenanzas u organización municipal, aspectos que Xulio Ferreiro no garantiza en adelante.

El alcalde respondió ayer que no comparte esas exigencias. "No nos sentimos especialmente vinculados con el PSOE para sacar adelante proyectos incorporados en enmiendas pactadas con el PP en los presupuestos. Nosotros no llegamos a esos pactos con el PSOE, por tanto no hay incumplimiento", resaltó Ferreiro.

El alcalde tampoco garantizó, como le pide el grupo socialista, que cumpla todas las mociones que hayan contado con el respaldo del pleno. "El Gobierno local se siente interpelado por el valor de las mociones, que instan a hacer cosas, pero en algunos casos que puede arrogarse competencias sobre mociones que no tiene", recordó.

El PP reaccionó con calificaciones de "sectarismo" y "chavismo" a la condición expuesta por Marea de que el PSOE no pacte con los populares. "¿Qué autoridad moral tiene un alcalde que pide públicamente hacer un cordón sanitario alrededor del partido más votado en la ciudad y quiere excluir a miles de coruñeses que no piensan como él?", criticó la portavoz Rosa Gallego.

El BNG también ha denunciado su exclusión para participar en las negociaciones por el presupuesto a las que el Gobierno local sí invita al PSOE. "Ni siquiera se molestó en ponerse en contacto con nosotros, que en todo momento tuvimos una posición dialogante y propositiva", denuncia el grupo nacionalista.