Después de recibir la autorización de la Dirección General de Patrimonio, la obra del coruñés ya está actualmente fuera de la pared que lo albergó desde 1952 cuando fue encargado para la decoración del Banco Hispano Suizo. Según Abanca, la extracción del mural supuso un desafío debido al tamaño de la pintura y advierte del mal estado en el que se encuentra haciéndose eco de los estudios realizados sobre su grado de conservación por la catalogación del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) y del informe técnico de Arteca.