Dos policías locales fueron absueltos de un delito de atentado contra la integridad moral. El magistrado del Juzgado de lo Penal número 2 de A Coruña sostiene que las acusaciones carecen de pruebas de que uno de ellos hubiese apuntado a un inmigrante con una pistola y que su compañero lo hubiese consentido. La sentencia subraya que no quedó acreditado durante el juicio que la actuación policial, llevada a cabo el 4 de agosto de 2011 sobre las 20.00 horas en la zona del Obelisco, revistiese "irregularidad alguna".

Así, detalla que solo se probó que se produjo una intervención policial contra la venta ambulante en la que se vieron implicados los dos agentes y el denunciante. El juez destaca que, si bien inicialmente la acusación era por un delito de tortura y lesiones, finalmente fue por un delito de atentado contra la integridad moral. "Tal mutación ya impone un razonamiento; la propia acusación reconoce que una parte de su relato es dudoso, el golpeo con la pistola que inicialmente se denunció", arguye el titular del Juzgado de lo Penal número 2 en el fallo, en el que insiste en que "no solo se retiró la acusación, sino el hecho mismo". El representante del Ministerio público solicitó al magistrado al finalizar el juicio que condenase a cada uno de los procesados a dos años y medio de inhabilitación para ejercer su cargo público y a dos años y un mes de cárcel.

La sentencia también se fundamenta en las contradicciones de las versiones de los dos testigos que presentó la Fiscalía. "De ambos relatos, lo único en común es la pistola. Ni es la misma escena, ni la misma ubicación, ni la misma posición de los implicados, y en el caso del testigo varón, ni siquiera puede aclarar dónde le apuntó", señala el juez, al tiempo que recalca que la condena "ha de basarse en pruebas de cargo suficientemente firmes como para que no quede duda de la veracidad de la acusación".

El documento también analiza las declaraciones de los testigos aportados por la defensa, quienes sostienen que ven "un intento de actuación policial y la resistencia tan habitual en estos supuestos, sin que se mostrase arma alguna". La valoración de todos los testimonios, según el magistrado del Juzgado de lo Penal número 2, impone "serias dudas respecto de la veracidad de la denuncia".