El Gobierno y el PP protagonizaron ayer un cruce de reproches por el aplazamiento de las obras de reforma de las cubiertas del estadio de Riazor. Mientras el equipo del alcalde, Xulio Ferreiro, responsabiliza de esta tardanza a las deficiencias del contrato adjudicado por los populares durante el anterior mandato, el PP acusa al Ejecutivo de "mentir" y ocultar informes que avalaban la viabilidad de las obras.

Ferreiro anunció el martes que había alcanzado un acuerdo con Dragados para anular sin indemnizar el contrato vigente -diseñado en 2013 por 2,5 millones- al considerar la constructora que, con esa cantidad, es "inviable" reformar los techos del estadio, dada la complejidad de la intervención y el mal estado en el que se hallan.

A cambio, el Gobierno local se comprometió a sacar a concurso un nuevo proyecto, que podría acercarse a los cuatro millones de euros, y que incorporaría como novedad la renovación total de las cubiertas de Preferencia y Tribuna -las que en peor estado se encuentran-, mientras que en Maratón y Pabellón solo se realizarán reparaciones, manteniendo la actual estructura, instalada más recientemente.

El PP asegura que existe un informe técnico elaborado por la Universidade da Coruña (UDC) que confirma que las obras eran viables con el contrato que había sido elaborado por los conservadores. De hecho, acusan al alcalde de ocultar este informe y le reprochan que ahora haya llegado a este acuerdo con Dragados cuando el pasado mes aludió públicamente a este estudio de la Universidade para garantizar el cumplimiento del contrato. "Peligran las obras de Riazor teniendo en cuenta la cantidad de obras que Ferreiro anuló sin fecha", señalan. El Gobierno local, por su parte, califica la gestión del PP de "chapuza".

El deterioro de las cubiertas de Riazor preocupa a los aficionados y a la Federación de Peñas, especialmente con la llegada de las lluvias. Pese a que se trata de un complejo deportivo de titularidad municipal, los costes de mantenimiento y renovación del estadio son costeados por el Real Club Deportivo de A Coruña, con la única excepción de las cubiertas, que son responsabilidad del Gobierno.