Hace diez años, la Consellería de Vivenda e Solo convocó un concurso internacional de ideas para la construcción de una residencia estudiantil pública para la Universidad de A Coruña. El proyecto proponía un número aproximado de 400 plazas. El presupuesto inicial para su construcción de 4,1 millones de euros se vio incrementado un mes más tarde hasta los 5,6 millones. Del mismo modo, se aumentó la superficie prevista en 5.000 metros cuadrados, hasta 45.000.

El premio para el ganador consistía en la realización de la obra, así como 100.000 euros. Además de las residencias, se preveía la construcción de espacios comunes como una cafetería, un supermercado, locales para servicios sociales y de administración, correo y teléfonos y plazas de garaje.

El 28 de diciembre de 2006 se publicó el ganador, que fue el estudio barcelonés AQ4 Arquitectura SCP. Su proyecto incluía 600 camas para estudiantes, así como 15 casas unifamiliares para profesores visitantes. La Xunta estimaba invertir en este plan un total de 7,4 millones de euros, de los cuales 5,4 estarían destinados a la compra de los terrenos. Se preveía que las obras terminarían a finales de 2008, aunque en abril de 2007 ya se hablaba del tercer trimestre de 2009 y de una inversión de 25,3 millones de euros de la Consellería de Vivenda e Solo.

Durante la década que siguió se fueron sucediendo diferentes circunstancias que retrasaron la ejecución de la obra. La Xunta llegó a iniciar las expropiaciones de casi 70 parcelas situadas entre la facultad de Informática y el núcleo rural del castro de Elviña y a contratar el diseño de la obra. Sin embargo, tras el cambio de los Gobiernos autonómico y local en 2009 y 2011 el proyecto fue paralizado de forma definitiva. La Xunta del PP concluyó que no invertiría más dinero y que la gestión sería indirecta, algo que rechazaba el Rectorado, que quería una residencia totalmente pública.

La Universidad y el Gobierno local de Carlos Negreira buscaron un espacio adecuado para la primera residencia universitaria pública de la ciudad, para lo que se planteó el colegio Calvo Sotelo, de titularidad municipal. No se llegó a concretar. Tras las elecciones de 2015, se retomó este proyecto y en octubre se firmó el convenio que la hará posible. En estos momentos, el Concello tramita el cambio urbanístico necesario para ponerla en marcha.

El rector coruñés, Julio Abalde, hablaba en una entrevista en este periódico de una apertura "el curso que viene". "Ojalá que la residencia esté abierta el curso que viene, ese es el horizonte. Pero si hay que retrasarla, no pasa nada", afirmaba Abalde. La Universidad coruñesa continúa siendo la única de Galicia sin una sola plaza de alojamiento público para sus estudiantes. Desde el curso pasado tampoco cuenta con plazas de residencia concertadas tras el fin del acuerdo con la Residencia Rialta. En su lugar, la Universidad ofrece subvenciones directas de 140 euros mensuales para un máximo de 240 estudiantes.