El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea cuestiona la eficacia actual de la inversión comunitaria en punta Langosteira. Después de repetir la visita al puerto que hizo en 2010, concluye que un 95% de los fondos aportados por la UE al macropuerto aún están "infrautilizados o inutilizados", un total de 244,66 millones de los 257,5 inyectados. En su punto de mira, no solo la actividad, sino la falta de conexiones. En el mismo informe sobre las infraestructuras europeas financiadas, la propia Comisión Europea replica al tribunal que los enlaces están en curso "lo que mejorará la actividad". La Autoridad Portuaria se defiende. Recuerda que la visita se hizo en junio de 2015 y que desde entonces se han triplicado cargas y descargas en la dársena exterior y varias empresas se han trasladado.

Los auditores analizaron 37 nuevos proyectos en España, Alemania, Polonia, Italia y Suecia, incluido Vigo; y reexaminaron otros cinco, entre los que se encuentran A Coruña y Ferrol. El autor del informe, Oskar Henrics, advierte de que "uno de cada tres euros" se han gastado de forma "ineficaz" y con un riesgo "elevado" de perderse. Según explica, el órgano fiscalizador volvió a visitar Langosteira y las otras cuatro terminales, porque en el análisis de 2010 ya habían sido "especialmente problemáticas", puesto que "las construcciones no se habían utilizado y las infraestructuras financiadas estaban vacías o mal conectadas". En aquel momento, se había puesto el acento en que la falta de comunicación, sobre todo la ferroviaria, ponían en cuestión su utilidad.

No han cambiado mucho las cosas, según el Tribunal de Cuentas de la UE, que considera que la eficacia "ha sido muy baja". Matiza que, al igual que Ferrol, Langosteira ha mostrado "un modesto aumento de sus actividades respecto a 2010" aunque siguen estando "significativamente por debajo de la capacidad máxima creada". En el caso de A Coruña, la cifra en el 10%.

Tras reprochar que en la evaluación de la ejecución de sus fondos la UE se limita a la materialización de las obras pero no a los resultados, realiza un análisis puerto por puerto. En él, el Tribunal de Cuentas de la Unión Europea diagnostica cómo se está usando la financiación comunitaria, que en A Coruña ha sido de 257,5 millones de euros, del total de 590,17 en los que estima el presupuesto final [la obra se adjudicó en 2004 por 429 millones]. Calcula que el porcentaje "de la cantidad de financiación de la UE inutilizada o infrautilizada en gran medida gastada o por gastar" en el momento del estudio es de 244,66 millones de euros, un 95% de la cantidad aportada.

El estudio destaca a Langosteira también entre los puertos con problemas de comunicación, "con conexiones por carretera y ferrocarril inexistentes", y advierte de que será "necesaria una financiación pública adicional considerable para que los proyectos en cuestión puedan funcionar adecuadamente". La visita a Arteixo en la que se basa el informe es anterior (junio 2015) a la apertura del enlace por carretera hace tres meses, al que le falta la prolongación hasta As Rañas, aún sin Declaración de Impacto Ambiental. En el caso del tren, Fomento adjudicó la redacción del proyecto el pasado julio. A falta de la definición de este plan y aún por definir cómo se costeará, la ejecución de la variante elegida para el ferrocarril sería de 132 millones.

A esta crítica se refiere la Comisión Europea en su defensa de la inversión en la infraestructura coruñesa, confiando en que el diseño del proyecto esté acabado en 2017 y que las obras se finalicen antes de 2021. La Comisión recuerda "el impacto de la crisis económica de 2007" y el "hecho de que la actividad registrada en Europa en 2014 no alcanzase el nivel de actividad anterior". Destaca la Comisión que la inversión se ha completado según los planes previstos y el puerto está en fase de desarrollo. "La actividad ha ido aumentando desde la última fiscalización del Tribunal; además de que algunas de las conexiones ferroviarias o por carretera, como Langosteira y Ferrol, han sido aprobadas, lo cual mejorará mucho su actividad", argumentan desde el órgano ejecutivo.

Insiste la comisión en que los proyectos portuarios son grandes obras de ingeniería que "requieren un largo periodo de planificación y construcción" y excusa que "no es inusual que, dentro de un proyecto global, las distintas acciones se lleven a cabo posteriormente en función de la capacidad técnica y financiera del promotor".

A las palabras de la Comisión que matizan el dictamen del Tribunal de Cuentas de la UE se remite la Autoridad Portuaria coruñesa para defenderse de "infrautilización" que se achaca a punta Langosteira. El Puerto responde, en una nota de prensa, "que es importante aclarar que la visita del tribunal se llevó a cabo en junio de 2015". "En ese momento, desde la puesta en servicio del puerto exterior en septiembre de 2012, se habían contabilizado 900.000 toneladas de mercancías cargadas y descargadas", argumentan los responsables portuarios, "en la actualidad, ya son 2,7 millones de euros".

El Puerto concluye que, tras triplicarse la actividad, "esta tendencia creciente continuará en los próximos meses". También argumenta el aumento de superficie ocupada: de los 83.000 metros cuadrados de 2015 a los 128.000 de la actualidad, a los que añade la reserva de Repsol de 285.000 metros y la implantación de Alcoa en 2017. "Las apreciaciones del Tribunal de Cuentas corresponden a los tres primeros años de vida de un puerto planificado y diseñado para ser explotado durante las próximas décadas", replican.