Hay más cosas que Pokemon para cazar en las calles de la ciudad. Desde esta semana también se pueden encontrar otros tesoros en cada esquina. Pero no son virtuales. Están hechos de papel y envueltos en bolsas de plástico para protegerlos de las inclemencias meteorológicas. Medio centenar de personas participan ya en los Buscadores de libros Coruña, una iniciativa inspirada en otra acción urbana en Bélgica, que consiste en soltar ejemplares en espacios públicos y subir una fotografía al grupo de Facebook creado para el macrojuego para que alguien se decida a encontrarlo y leerlo.

La propuesta es totalmente "inclusiva", explica Iria Mejuto, una de las promotoras y la que se encontró el vídeo que inspiró la puesta en marcha de esta actividad lúdica. No saben ni cómo va a funcionar. De momento, en pocos días, más de 500 personas se han adherido al colectivo, en el que se ha incluido una hoja de instrucciones para descargar que debería acoplarse al libro liberado en las calles de la ciudad.

"Si me has encontrado, por favor, elige una de estas opciones", sugieren las normas. La primera, continuar con el juego, avisando en el grupo de la red social de que se ha hallado el ejemplar, disfrutando de él y volviendo a ponerlo en juego. La segunda, en caso de que no interese, dejarlo donde está para otro cazalibros que venga detrás. La tercera, participar en la iniciativa aunque ese título, concretamente, no motive al buscador.

Mejuto explica, en todo caso, que las normas se irán construyendo sobre la marcha, intrigada por cómo funcionará realmente la propuesta y si los libros simplemente desaparecerán del lugar o pasarán de mano en mano durante mucho tiempo. "Es además una forma de conocer la ciudad", añade otra de la promotoras, María Nieto, que concluye que en la pericia del buscador está también saber ubicar cada fotografía por el entorno que rodea a los libros, que ya han brotado por diferentes lugares de la ciudad.