Niños de estrella Michelin. Los pequeños participantes en el Pequepincho no solo prepararon elaborados platos con productos del mercado de San Agustín, sino que también los degustaron, a pesar de que algunas de las recetas nada tienen que ver con el paladar infantil: un pulpo con crema de patata, un burrito de cangrejo o, atención, boquerones en una cama de verduritas. Una cocinera les echó una mano para montar sus propuestas gastronómicas, cuidando, como si fuesen profesionales, los emplatados. De regalo, mandiles y gorros para todos y unos nuevos conocimientos culinarios que ahora pueden demostrar a sus familias en casa.