Sobre una mesa sin calzar en María Pita está el tablero de ajedrez de la política municipal. El Gobierno local mantiene el equilibrio y espera contar con el apoyo del PSOE para cuestiones como darle el visto bueno a los presupuestos del próximo año, aunque la concejal y también secretaria general de la Agrupación Local Socialista, Mar Barcón, instó ayer a sus compañeros a "repensar" la relación con las candidaturas de unidad popular, tanto en A Coruña como en Ferrol y Santiago. Barcón revuelve las fichas y se juntan las blancas con las negras y los peones con las reinas, aunque no tanto como para que se caigan al suelo y se rompan. Un leve temblor. Una réplica, quizás, del terremoto que el pasado martes reventó la escala de Richter de la política en Ferrol.

El alcalde, Jorge Suárez, se queda con un Gobierno local sostenido por los seis concejales de Ferrol en Común y está pendiente de los dos de las socialistas Rosa Méndez, concejal de Rural, y de María Fernández, de Urbanismo, que no comparten la decisión de la dirección local de abandonar el Ejecutivo municipal, liderada por la hasta el inicio de esta semana concejal de Ferrol Beatriz Sestayo. Sobre estas dos ediles pesa ahora el apelativo de "tránsfugas" entre las que todavía son sus compañeras de partido.

Para la secretaria general del partido en A Coruña, la actitud de Suárez ha sido "desleal" e "incalificable" ante los miembros del PSOE en Ferrol. Barcón, en su particular partida de ajedrez, copió ayer la jugada de Sestayo y pidió a los presidentes de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero, y al de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), el alcalde, también socialista, de O Barco de Valdeorras, Alfredo L. García Rodríguez, que "ampare los acuerdos en el Gobierno de Ferrol". Barcón apuntó también a las instancias superiores de su partido, a la dirección del PSdeG, para que convoque una reunión con los representantes de los grupos municipales de Santiago, A Coruña y Ferrol para "repensar" no solo su relación con Marea Atlántica, sino también con las demás organizaciones políticas vinculadas a las candidaturas de cambio. Para Barcón, la decisión de Jorge Suárez es un ataque "al Partido Socialista" en general, no una cuestión de nombres ni de protagonistas.

El secretario provincial del PSOE en A Coruña, Julio Sacristán, aclaró ayer que la petición de Mar Barcón será cursada y que se debatirá la próxima semana. El sábado Sacristán asume que la relación entre el PSOE y las fuerzas del cambio a las que prestaron su apoyo tras las elecciones municipales no ha sido demasiado "fluida" o, cuando menos, no todo lo que, sobre el papel, habían pensado que sería. En esta reunión, según adelantó Sacristán, se analizará la relación del PSOE con las Mareas, pero también con otras formaciones políticas.

Y es que, actualmente, el PSOE, como un tablero de ajedrez, se debate entre el blanco y el negro, entre explorar una fórmula que le lleve al Gobierno del Estado, de la mano de Podemos y otras formaciones, o bien abstenerse en la investidura del líder del PP, Mariano Rajoy, y ocupar la bancada de la oposición durante los próximos cuatro años, como reclaman algunos de sus barones.

Algunas de las diferencias entre los socialistas salen ahora a la superficie, se quedan al descubierto y, cada uno de los peones, de los alfiles y hasta cada una de las torres van tomando posiciones en el tablero para contestar al envite que viene. Otras, sin embargo, son más viejas que contar las cartas con los dedos, aunque no siempre hayan quedado patentes en las votaciones. Y es que, no es Beatriz Sestayo la única que tiene su grupo dividido, también lo está el de A Coruña, aunque no haya roto todavía la disciplina de partido en un pleno.

Se pusieron de manifiesto en mayo, sin ir más lejos, cuando el exconcejal de A Coruña José Luis Méndez Romeu decidió disputarle a Xoaquín Fernández Leiceaga la posibilidad de ser el candidato socialista a las elecciones autonómicas. Para entonces, Yoya Neira y Silvia Longueira se posicionaron del lado de Leiceaga y Barcón, así como sus afines en la bancada de María Pita -Fito Ferreiro y José Manuel Dapena, ya que José García, aunque entró de la mano de Barcón, es independiente y no participa en los procesos de partido-, del de Méndez. Ambas habían estado muy ligadas a la secretaria general de la agrupación, aunque se han ido desmarcando de sus decisiones, sobre todo, desde la elaboración de la lista para las elecciones municipales, donde concejales con experiencia de gobierno no ocuparon los primeros puestos y con la elección de José Manuel Dapena como portavoz municipal.

Fuentes del Gobierno local indican que esperan que esta brecha abierta en el partido socialista no afecte al pacto sellado en junio, cuando el alcalde, Xulio Ferreiro, tomó por vez primera el bastón de mando de María Pita. En este escenario, en el que el tablero político se tambalea, el Ejecutivo municipal recuerda a los que se pusieron de su lado para desterrar al PP de la Alcaldía las razones que les llevaron a hacer. "No es no", dijo Pedro Sánchez, sobre la investidura de Rajoy y lo mismo le repiten desde María Pita a los concejales socialistas sobre un hipotético pacto con el PP.

"El Gobierno municipal está a favor de que el PSOE repiense su relación con nosotros", dicen fuentes municipales. Eso sí, indican que les parece bien siempre y cuando no vaya en contra de lo defendido en campaña. "A Coruña debe estar por encima de otras cuestiones", dicen desde María Pita, ya que creen que los conflictos internos no deben afectar, por muy extendidos que estén en un tablero que más que de ajedrez, parece de Risk.