La Comisaría Provincial ordenó el pasado viernes el desmontaje del dispositivo de refuerzo policial que se estableció a mediados del pasado mes ante la oleada de robos en comercios y oficinas de la ciudad. Desde ese día, dejaron de intervenir los tres vehículos camuflados que circulaban por la ciudad para apoyar a los otros dos o tres coches patrulla que desarrollan su actividad habitual. Durante el pasado fin de semana, ya sin este refuerzo, se denunciaron quince robos con fuerza en los que se sustrajeron pequeñas cantidades de dinero, salvo en una cafetería, de la que los ladrones se llevaron 1.200 euros, y de una tienda, en la que fueron mil euros, según las denuncias de los asaltados.

Pese a que el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, aseguró ayer en el acto del Día de la Policía que este dispositivo "continuará", fuentes policiales confirmaron ayer que estos vehículos dejaron de operar en las calles el pasado viernes. Los funcionarios que integraban este refuerzo forman parte de la Policía Judicial, así como de la Unidad de Protección y Reacción, cuya misión es precisamente reforzar a otras unidades.

Villanueva admitió el "repunte", en el último mes, de robos en locales y establecimientos y que el dispositivo puesto en marcha tenía por objetivo "paliar esa situación". El delegado aseguró que la cifra de delitos ya ha bajado y que hace quince días se detuvo a dos personas, a otras cuatro la semana pasada y dos en la noche del domingo. Según Villanueva, se trata de robos en los que el valor de los daños causados es más importante que el botín.

Uno de los delitos cometidos el domingo se produjo en el edificio número 36 de la calle Juan Flórez, conocido como la Torre de los Maestros, en el que el delegado del Gobierno informó de que la policía analiza las imágenes tomadas por las cámaras de vídeo instaladas en el lugar para intentar identificar a los autores. El pasado viernes la Policía Local se hizo cargo del supuesto autor del intento de robo de un comercio de la avenida de Finisterre que fue retenido por unos ciudadanos en la calle Panamá, hasta donde había huido al ser sorprendido poco después de las 15.30 horas. Este individuo, de 67 años, llegó a amenazar con un destornillador a las personas que le recriminaron su actuación.

Otros lugares que fueron víctima de los delincuentes durante el pasado fin de semana fueron negocios del polígono de A Grela, San Andrés, Puerto Rico, las galerías de Nóvoa Santos, Benito Blanco Rajoy y el colegio Montegrande. En todos estos casos el método empleado por los delincuentes fue el forzado o la rotura de las puertas, tras lo que se llevaron el efectivo que se encontraba en la caja registradora o las mesas.

Esta situación coincide con el cierre durante las noches y los fines de semana de la oficina de denuncias existente en el edificio de la Jefatura Superior de Policía, sobre lo que el alcalde, Xulio Ferreiro, se mostró ayer "preocupado", ya que estima "conveniente" que esa dependencia permanezca operativa de forma permanente, por lo que consideró que el Ministerio del Interior no está "poniendo todos los recursos que tiene que poner" en la ciudad.