El administrador de una empresa constructora juzgado por apropiarse del salario de los empleados alegó ayer durante el juicio que destinó los 111.580 euros a pagar a proveedores. El sospechoso reconoció la falsificación de recibís de salarios, aunque sostuvo que fue con el conocimiento de las dos empresas y de los trabajadores. La Fiscalía le imputa un delito de estafa y falsedad continuada de documento privado, por lo que demanda que sea sentenciado a cuatro años de cárcel.

La acusación ejercida por la constructora supuestamente estafada solicitó nueve años de prisión por el delito continuado de estafa y una multa de casi 9.000 euros, además de una indemnización de 202.000 euros por los salarios. Una empresa de aluminio, además, reclama una compensación de 88.611,82 euros. El hombre señaló que el problema surgió durante unas obras en las que "se hicieron más cosas" de las "presupuestadas", al tiempo que sostuvo que el pago de los salarios supuestamente estafados se efectuaba "todos los meses" después de recibir el dinero de la empresa denunciante.