En tiempos de escasez y de malsana austeridad extrema, la oportunidad de cobrar un cheque de quince millones de euros es demasiado suculenta como para dejarla pasar. A Coruña ha tropezado en su primer intento ante el Gobierno central para lograr esa aportación de la Unión Europea para su proyecto Eidus. Al Ejecutivo local corresponde ahora centrar esfuerzos en detectar y explicar públicamente qué ha fallado y por qué su propuesta ha quedado por debajo de las de otras ciudades. Solo así podrá mejorarla y hacer cambiar de opinión al Ministerio de Hacienda, bien en fase de alegaciones -una vía complicada-, bien en la segunda convocatoria, para garantizar que A Coruña disfrute de esa tan necesaria inyección económica de Bruselas y evitar que el tropiezo se convierta en fracaso.