El Gobierno local rechaza abonar a la adjudicataria de los trabajos de urbanización del parque ofimático, Acciona, los siete millones de euros que reclama al Concello como contraprestación por haberse anulado el contrato de adjudicación que la firma había ganado en 2011. La decisión municipal deberá formalizarse en una junta de gobierno, previsiblemente en la sesión de hoy o en la siguiente.

La rescisión de este contrato se produjo a raíz de una sentencia judicial que dio la razón a la agrupación de promotores del polígono y reconoció la existencia de un defecto formal en el pliego de condiciones del contrato que había sacado a concurso el Gobierno local en 2011, en la coalición del PSOE y BNG.

La empresa entiende que aquel error no fue su responsabilidad y señala al Concello como culpable, al haber sido el redactor de los pliegos. El actual Gobierno municipal considera que, al tratarse de una anulación decretada por una sentencia judicial, los efectos de esta rescisión afectan a la existencia misma del contrato y que, por tanto, no se trata de una extinción al uso de un contrato administrativo.

El Gobierno municipal prevé aprobar hoy en la junta de gobierno el proyecto de los trabajos de urbanización del ofimático que habían quedado pendientes y que son imprescindibles para comenzar a habitar el polígono. Con este paso el Ejecutivo estima que las obras volverán a ponerse en marcha a comienzos del próximo año.

Esta iniciativa tendrá una trascendencia directa para los propietarios de las viviendas que se construyen en este lugar mediante el sistema de cooperativas, ya que las obras previstas son las necesarias para concederles las licencias de primera ocupación, sin las cuales no pueden habitar los pisos.

El concejal de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda, Xiao Varela, indicó que los trabajos se llevarán a cabo en los accesos al ofimático, en la instalación del tendido eléctrico del polígono y en las zonas donde existan problemas de seguridad a causa de la interrupción de la urbanización, donde se colocarán barandillas y vallas para evitar riesgos a quienes comiencen a habitar los primeros edificios.