Los cuatro sospechosos de traficar con droga en la ciudad que se sentaron ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia aceptaron ser condenados a penas de entre dos años y seis meses de cárcel, y multas de entre 500 y 1.900 euros. El tribunal tuvo en cuenta las atenuantes de drogadicción, porque los imputados consumían sustancias estupefacientes cuando sucedieron los hechos, y de dilaciones indebidas porque el proceso judicial se retrasó por causas ajenas a ellos.

Los pinchazos telefónicos realizados por la unidad antidroga de la Policía Nacional entre mayo y julio de 2010 propiciaron la detención de los cuatro condenados, uno de ellos asistido por Diego Reboredo, por vender cocaína, heroína y hachís en la ciudad. En el domicilio de uno de ellos los agentes decomisaron cocaína y sustancias para cortarla. El precio de venta en el mercado del material incautado ascendería a 33.866 euros.