La jornada de ayer fue de intenso trasiego en el número 7 de la calle Ría do Burgo, la antigua Salvador y Merino, tras el incendio que el día anterior destruyó el piso décimo izquierda. Allegados de los damnificados, peritos de seguros y medios de comunicación pasaron por el inmueble para conocer los detalles de un siniestro cuyas características lo convierten en uno de los más peculiares ocurridos en la ciudad en los últimos tiempos.

Y es que el causante de las llamas que devoraron esta vivienda de la segunda fase del polígono de Elviña fue un robot aspirador llamas Elviña robot aspiradorque efectuaba la limpieza del suelo mientras el hijo de los propietarios se hallaba en la calle y su novia durmiendo en una habitación, por lo que no se percató del fuego hasta el momento en que había alcanzado unas dimensiones considerables.

"El aspirador se enganchó en las cortinas y las arrastró hasta las velas que estaban encendidas en la ventana", explicaba ayer el joven que reside en la vivienda, quien detalló que las cortinas habían sido separadas para evitar que se quemaran, pero que nada hacía sospechar que pudieran ser llevadas hasta las velas por un fatal accidente. "Abrió la puerta de la habitación y salieron muchas llamas, por lo que salió fuera de casa", señaló el joven sobre la actitud de su novia al darse cuenta del incendio. Una vez en la calle, tuvo que ser trasladada al hospital para ser atendida por la inhalación de humo, aunque no sufrió daños.

Un vistazo al interior del piso permite apreciar la existencia de cuantiosos desperfectos a causa del fuego y del humo, así como por la acción del agua de los dos cisternas que los bomberos vaciaron para sofocar las llamas. Los propietarios disponen de un seguro de accidentes para la vivienda pero, como suele suceder, no será suficiente para afrontar la totalidad de las reparaciones que serán necesarias.

Además de este piso, el situado inmediatamente debajo también padeció los efectos del siniestro, ya que el agua vertida durante las labores de extinción se filtró a través del techo y las paredes. La rotura de una tubería en el domicilio en el que ocurrió el incendio aumentó además el volumen de agua que llegó a esta vivienda, aunque los daños se limitaron a la pintura.

"Me di cuenta de que había fuego pero no quise salir de mi casa", comentó Emilia, la vecina que reside en el noveno izquierda, sobre su actuación en la mañana del martes. "Cuando llegaron los bomberos me dijeron que me metiera en casa y cerrara la puerta y las ventanas", quien aseguró que no se mostró especialmente preocupada porque los bomberos llegaron al edificio en muy poco tiempo, aunque el resto de los vecinos decidió contemplar los trabajos de extinción desde la calle.

En el exterior es claramente visible el efecto causado por las llamas en la vivienda afectada, ya que la fachada está ennegrecida por el humo y las ventanas han desaparecido en la habitación devastada por el fuego, ya que el intenso calor que se originó en su interior hizo que se rompieran los cristales y cayeran a la vía pública.