El Ejecutivo municipal rescindirá en la Junta de Gobierno Local de hoy el contrato para rehabilitar la estructura y la cubierta del estadio de Riazor, que fue adjudicado a Dragados en marzo de 2015 por el Ejecutivo del Partido Popular. La resolución del contrato se produce de "mutuo acuerdo" y a petición de la empresa, según el expediente que irá hoy a la junta. La constructora había señalado que era "inviable" desarrollar los trabajos previstos por los 2,59 millones de euros por los que se había adjudicado la obra.

Según se recoge en el expediente, el proyecto tramitado en tiempos del Partido Popular adolece de "serias deficiencias" que aconsejan la rescisión del contrato porque, de lo contrario, la obra estaría abocada a una paralización cuando comenzara y a una modificación del contrato. El Ayuntamiento prevé licitar de nuevo la obra con un proyecto "más ambicioso", que incluya la cubierta de la grada de Preferencia Inferior y la sustitución de las estructuras de las cubiertas de Tribuna y Preferencia, dos obras no previstas en el concurso de 2015.

La obra está presupuestada en unos cuatro millones de euros, uno más que la licitación anterior, adjudicada finalmente por 2,59 millones de euros. El plan de trabajos mantiene la rehabilitación de las cubiertas de los fondos de Pabellón y de Maratón, incorporada al contrato ahora anulado.

Al tratarse de una rescisión pactada, el Gobierno no deberá pagar indemnizaciones a Dragados y tan solo tendrá que asumir una contraprestación de 3.762 euros por anular el contrato de dirección de obra y de 678,81 euros por el contrato de coordinación y seguridad.

El alcalde, Xulio Ferreiro, admitió ayer que es "difícil" que esta reforma en profundidad del estadio de Riazor arranque esta temporada. En declaraciones a Radio Marca A Coruña, el regidor afirmó que el Gobierno local intentará "acelerar el proceso de tramitación, que lleva su tiempo" y garantizó que los espectadores no corren "ningún tipo de riesgo esta temporada". Cuestionado sobre los "desprendimientos" que causaron los temporales la campaña pasada en las cubiertas del estadio, ya reparados, afirmó que el Concello hará una "labor de mantenimiento" para evitar que caigan nuevos trozos de la cubierta.

El presidente del Deportivo, Tino Fernández, reconoció ayer que la intervención es "de envergadura" y estimó que los trabajos no acabarán "antes de dos años". "Es una necesidad y es un proyecto que hay que hacer sí o sí", señaló el responsable del club.

El deterioro de las cubiertas de Riazor preocupa a los aficionados , especialmente ahora que se acercan las estaciones de lluvias. La pasada temporada fueron frecuentes los problemas de goteras, lo que obligó a hacer reparaciones parciales. Pese a que se trata de un complejo deportivo municipal, los costes de mantenimiento y renovación del estadio son costeados por el Deportivo, con la única excepción de las cubiertas, que son responsabilidad del Gobierno municipal.